Se editará versión fascimilar de Molino verde, revista de foto erótica de los 30s

A finales de este año se publicará el libro Molino verde, sobre la publicación de foto del mismo nombre más importante hecha en México en los años treinta, dedicada al teatro de barrio, que debido a su contenido erótico circulaba de manera clandestina. La revista era dirigida por Agustín Jiménez y Gregorio Ortega Hernández, con diseño de Jorge González Camarena, adelantó el historiador Carlos Córdova durante la presentación de los avances en el programa de conservación, ordenamiento y catalogación del Archivo Fotográfico Agustín Jiménez (AFAJ), que coordina la investigadora Pati Priego.
En entrevista con Cuartoscuro el autor del libro Agustín Jiménez y la vanguardia fotográfica mexicana comentó que el plan es publicar Molino verde a finales de 2010: “Estamos en plena investigación, han aparecido algunas imágenes originales y estamos buscando a los coleccionistas de esta revista. Hasta ahora sólo tenemos noticia de la sobrevivencia de tres ejemplares; uno en la colección Monsiváis, otra en la colección Alexis, en París, y la tercera es de la Familia Jiménez.
Tras un año de intensa investigación realizada por Patricia Priego Ramírez, Paola Dávila Pineda y Teresa Rodríguez Sepúlveda ahora se sabe que una de las colecciones más interesantes en el AFAJ es precisamente sobre desnudos. Al respecto el historiador José Antonio Rodríguez, otro de los presentadores de la investigación del AFAJ, apunta que se conocía muy poco de los desnudos tomados por Jiménez, pero la colección suma 270 imágenes. Entre éstas destaca el desnudo de Ana Luisa Peluffo que tanto se ha divulgado al contar la historia del cine, sin el crédito que hoy sabemos corresponde a Jiménez». También menciona el caso de Amanda de Llano, “muy seria en el cine mexicano, pero Jiménez logró tener un desnudo de ella”.
Justamente los desnudos son una de las áreas menos estudiadas del acervo Agustín Jiménez, a colación viene el extrañamiento lanzado por Córdova respecto de Molino verde: “Por alguna extraña razón el erotismo no forma parte de nuestra cultura del arte y por alguna extraña razón esta revista tampoco forma parte de nuestra cultura del arte, a pesar de que era de una gran alegría erótica”.

Dentro del acervo Jiménez también existe un apartado sobre la Revolución Mexicana aún no estudiado, cuenta Rodríguez: “Hay cosas que el adquirió de H. J. Gutiérrez, donde vemos a Zapata y su estado mayor presidencial; está Villa y su esposa Teodora Rentería, y revolucionarios anónimos que se fueron a fotografiar al estudio de Agustín Jiménez padre, quien era fotógrafo y pintor”.
Córdova explicó que Agustín Jiménez era un extemporáneo, es decir un adelantado a su tiempo, y “en algún sentido hemos logrado entender su obra a lo largo de estos años. Solamente a partir de la ruptura de lo posmoderno Agustín Jiménez se volvió contemporáneo nuestro. Sólo ahora podemos empezar a investigarlo y plantear la pregunta ¿Cuál es el lugar de Jiménez en la memoria y el conocimiento?” Lo cierto, agregó el historiador, es que Agustín Jiménez es una historia por contar, pero es “plato fuerte” de la historia de la fotografía mexicana”.
Priego detalló que durante el periodo conservación, ordenamiento y catalogación se llegaron a estabilizar e identificar 619 positivos, 12 álbumes y mil 700 diapositivas. Además se reconocieron mil 291 negativos entre nitratos y de seguridad, 20 placas de vidrio y 210 piezas de negativos de color y fragmentos de películas de cine. Se integraron al archivo dos baúles con cámaras y equipo fotográfico propiedad de Jiménez, recortes de periódicos, revistas, cartas, carteles e invitaciones.
EL AFAJ quedó conformado en dos grandes subfondos: Agustín Jiménez y Agustín Jiménez padre. En el primer caso se ubican 14 colecciones y 23 subcolecciones; el subfondo Jiménez padre quedó integrado por 2 colecciones. El Archivo Fotográfico Agustín Jiménez es resguardado por María Jiménez Mújica, hija mayor del fotógrafo.
Priego destacó que uno de los objetivos del rescate del archivo “es permitir el acceso a museos, instituciones e investigadores que busquen estudiar y difundir la obra de Agustín Jiménez, o bien que estén vinculados al estudio del arte”.