REPORTAJE. VIVIR DE LA PEPENA

Pareciera que su nariz es inmune a los olores de los desperdicios de donde recolectan objetos reciclables como botellas de plástico, PET, ropa o cartón para vender.
Luego de quedar desempleada, la señora Dolores decidió dedicarse a la pepena. Actualmente, lleva alrededor de 10 años acudiendo al relleno sanitario como trabajo diario. “No es un trabajo fácil; sin embargo, alcanza para mantener a la familia”.
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