Los álbumes de Carlos López Moctezuma, un tesoro de la Filmoteca de la UNAM

Actor imprescindible del teatro y el cine mexicano, Carlos López Moctezuma inició su carrera en los años treinta del siglo pasado, cuando se integró a los grupos de teatro. Celebrado desde entonces, pronto fue requerido por los productores de cine y más adelante, de la naciente televisión. Recordado por sus personajes de villano en las películas de Emilio Fernández, él y su esposa, la también actriz Josefina Escobedo, a lo largo de su vida, amorosamente formaron una valiosa colección que da cuenta de sus trayectorias y que, gracias a la generosidad de su hijo, el licenciado Don Carlos López y Escobedo quien la donó a la Filmoteca de la UNAM, se encuentra a consulta pública. De ello y otros temas de interés, nos habla Antonia Rojas, jefa del Centro de Documentación de dicha institución.

E: Muchas gracias por la entrevista, Antonia. Cuéntanos, ¿cómo y por qué llegaron los materiales de Don Carlos López Moctezuma a la Filmoteca?

A: La historia de este fondo es diferente a otras, normalmente los descendientes o gente cercana a las personalidades del cine que heredan sus colecciones, traen los materiales sin hacer alguna averiguación previa. En el caso del Fondo Carlos López Moctezuma la historia es distinta. Fue Blanca Estela Mora, autora de una tesis sobre el actor, quien luego de trabajar con esos materiales para su investigación le sugirió a su hijo, el licenciado Carlos López y Escobedo, donar el material para que fuera parte de algún acervo. La idea fue madurando y visitaron varios archivos; aquí en la Filmoteca le mostré el proceso de organización, clasificación y restauración. Tiempo después, en 2015, él decidió donarnos su colección.

E: ¿Qué materiales la conforman?

A: Son 42 álbumes de fotografías familiares, stills de sus películas y obras de teatro, programas de mano y recortes hemerográficos. Recordemos que él y su esposa, Josefina Escobedo, fueron actores de teatro antes de incursionar en el cine, tenían ya importantes carreras en los escenarios; esto es sumamente rico, porque no sólo habla de ellos, sino que contextualiza esa época. Puede ser que alguien busque información de otros personajes: dramaturgos, escenógrafos, diseñadores de vestuario, etc. y sus historias se cruzan en todos estos documentos que dan fe de muchas otras actividades y personas. Entonces quien quiera realizar una investigación, ahí hay una gran cantidad de referencias que pueden servirles, ahí radica la importancia de estas colecciones que, con la generosidad de sus donantes, quedan en este archivo.

E: Democratizar los materiales nos beneficia a todos. ¿Cómo llegaron éstos y cuál es el proceso técnico que se sigue?

A: En este caso, fuimos a casa de Carlos López y Escobedo, él los tenía en su biblioteca: álbumes y carpetas hemerográficas que son oro molido por la información que contienen. Estaban en buen estado, pero difícilmente en una casa particular existen las condiciones adecuadas de temperatura y humedad relativa. El proceso que se sigue es recoger el material, hacer un inventario, escanearlo y elaborar un reporte de condición, posteriormente se pasa al área jurídica para redactar el convenio. Hay quien no quiere tener ninguna injerencia; hay quienes solicitan un registro digital de los materiales y firmamos a la entrega, otros donan a Filmoteca, pero solicitan quién y para qué fines se tendrá acceso; otros sólo piden un informe anual. Los convenios se hacen a la medida del donante, pero siempre con la condición de que estudiantes e investigadores que lo soliciten puedan acceder al material, de otra forma, seríamos sólo una bodega. Luego de la firma del convenio y todo lo que implica, procedemos a ver las prioridades: materiales que se van a restaurar y el presupuesto con el que contamos, en este caso, se dio preferencia a las carpetas que contenían los materiales de teatro y cine. Todo se restauró y digitalizó; actualmente el material está archivado en las condiciones adecuadas y la consulta es digital, lo que nos permitió otorgar el acceso a los investigadores a través de la pantalla en tiempos de pandemia. Si no lo hubiéramos digitalizado, no podríamos hacerlo, por eso es muy importante.

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Cada material que nos donan se trata con igual respeto; recibe el mismo cuidado el folleto del primer Plan de Estudios del CUEC, que un boleto de cine. Nuestro compromiso es el mismo, muchas veces la gente dona el material porque representa una gran carga emocional y no tienen instalaciones adecuadas para conservarlo; yo entiendo que el apego es muy grande.

E: Pero habrá casos en que tú acudes a diagnosticar una colección particular que no está en buenas condiciones; por ejemplo, que esté deteriorada, con humedad y hongos ¿qué se hace en ese caso?

A: Hacemos un diagnóstico de qué tan valioso es el material, si lo es se rescata. Te cuento un caso, nos pasó con el archivo de un director de cine zamorano, que tenía los carteles y originales de sus películas filmadas en los años diez del siglo pasado colgados en un pasillo, a la intemperie, expuestos al sol, deyecciones de paloma, etc. Pero era el único registro visual de esas películas, entonces se recibió esa donación; se procesaron para su restauración y se incorporaron a los fondos. En caso de que alguien quisiera donar material en un avanzado estado de deterioro y del que nosotros contamos ya con algún ejemplar y no son indispensables, no lo recibimos porque se corre el riesgo de que contamine el que ya tenemos estabilizado.

E: Es una decisión que además infiere directamente en el presupuesto institucional; restaurar implica tiempo y dinero.

A: Efectivamente, y tampoco contamos con mucho personal, entonces nuestros recursos debemos invertirlos en cosas prioritarias

E: Del rico acervo que resguarda la Filmoteca ¿qué es lo que más solicitan los usuarios y para qué fines?

A: Básicamente libros y es importante decir que nuestro servicio es internacional, ya que tenemos investigadores prácticamente de todo el mundo que acuden a nosotros y solicitan distintas cosas, pero casi siempre son libros. En la pandemia, por ejemplo, trabajamos vía remota con un investigador de Canadá que hacía un documental sobre argumentos de los cuales se hicieron películas y telenovelas; me mandó su lista e incluso le sugerí otros títulos para completarla. Esto se va a publicar el año que entra y todo el material que usó pertenece a la Filmoteca, porque otros archivos estaban cerrados ante la situación.

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