VIDA ENTRE LIBROS

Están pero no están. Sin su presencia física, los sabemos ahí. Habitantes de sus bibliotecas, los personajes hablan a través del espacio tan íntimo, tan personal, de sus casas. La disposición del mobiliario, el acomodo de los volúmenes, los títulos y colecciones, dicen tanto…
Vida entre libros es un libro de libros. Un libro de fotos de libros. Un libro de fotos de bibliotecas que retratan a los personajes que las poseen. Un libro que permite a sus dueños hablar de eso: de sus libros. Escrito por Corina Armella de Fernández Castelló y con las fotografías de Héctor Velasco Facio, bajo el sello editorial de Portaffolio, recorre 43 bibliotecas de personas con una trayectoria pública, a quienes ahora podemos acercarnos de otra forma, a través de sus «refugios».
Ahí está la blanca, ordenada y llena de luz y verde biblioteca del escritor colombiano Gabriel García Márquez, en su casa d ela ciudad de México. Divididas en En una parte conserva en la primera un ejemplar de cada uno de sus libros publicados, tiene una sección sobre el cine, su gran pasión, una colección discográfica y libros de escritores en diversas lenguas; o la de Alberto Ruy Sánchez, editor, ensayista y editor de Artes de México, con sus libreros blancos salpicados de objetos artesanales, fotos, grabados.

La biblioteca del diplomático y escritor Héctor Vasconcelos, hijo de don José Vasconcelos y con quien -explica- tuvo una relación prácticamente fundada en los libros, es un recorrido de historia familiar, y la del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma es claramente un espacio de trabajo y reflexión.
La combinación de objetos históricos y una colección de minerales y rocas con antiquísimos volúmenes describe las pasiones del geólogo y amante de los libros que es Carlos Schulze, y los colores vivos y disposición alegre de su espacio, habla también del carácter de la escritora Laura Esquivel.

Increíble es la especie de centro de documentación y acervo bibliográfico que puebla los pasillos de la biblioteca de Jorge Denegre, uno de los grandes bibliófilos del país en el siglo pasado, o el espacio del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez donde los libros se combinan con espectaculares obras de arte, desde esculturas de periodo colonial hasta hermosas piezas del arte popular.
Las entrevistas a los dueños de estos espacios, van acompañadas por las fotografías que buscan en el detalle o en la panorámica, retratar la personalidad de quien las habita. Ahí están, además de los ya citados,  Joaquín Diez Canedo, Ignacio Borja, Juan Antonio Pérez Simón, Alberto Gironella, la Biblioteca Mexicana de la Fundación Miguel Alemán AC, Ángeles Mastretta, José Rogelio Álvarez, Pedro Meyer, Elena Poniatowska, Fernando Serrano, Margo Glantz, Álvaro Mutis, Ángel Muñoz Fernández, Diego Valadés y Elisa Vargaslugo.

Están las de Enrique Peña Insuástegui, Hugo B. Margain, Carlos Prieto, Andrés Lira, Ignacio Solares, Teresa del Conde, Rafael Tovar y de Teresa, José Moreno de Alba, Ramón Xirau, Mario Molina, Ascensión y Miguel León Portilla, Rafael Barajas «El Fisgón», Jaime García Terrés, Vicente Leñero, José Sarukhán, Sealtiel Alatriste, Soledad Loaeza, Vicente Guarner y Ruy Pérez Tamayo.
«Toda son personas que han dejado una marca en la cultura en México», dice el fotógrafo Velasco Facio. «Es un homenaje a quienes tienen amor por los libros».
Sin duda, se trata de protagonistas que han marcado en buena medida el rumbo de la historia mexicana e iberoamericana en los últimos tiempos, y sus espectaculares bibliotecas que dan muestra de la pasión por los libros.
El fotógrafo ya había hecho otro libro, Entre libros, que también retrataba bibliotecas, como la de Carlos Fuentes o Carlos Monsiváis. Ésta es, pues, una segunda parte. Por ahora, el libro puede conseguirse escribiendo directamente hector@portaffolio.com y al tel 55.5433.1962