Una vida de Guerra

Galo Ramírez

Armando Lenin Salgado, fotógrafo, 71 años, de complexión robusta, cabello largo y pintado de canas, pantalón de mezclilla , camisa azul, parece un poco nervioso, saluda a los asistentes que van llegando poco a poco a Sindicato de Redactores, su hija Zelin Salgado da los últimos detalles para llevar acabo la presentación de la reedición del libro Una vida de Guerra, donde Salgado narra la historia de lo que significa ser un fotógrafo y los riesgos de asumirse comprometido con su trabajo. Tanto se arriesgó que lo eliminaron. Poco valorado ha sido el trabajo del fotógrafo oriundo de Guerrero que pocas personas saben que las fotos de los halcones de 1971 son de su autoría.

Una vida de Guerra fue editado por primera y única vez por Planeta a cargo de Jaime Agurire en 1990, ahora Guerrero Modesto Brito ex diputado de Guerrero fue el que apoyo para que saliera nuevamente el libro y Zeline Salgado hija del fotógrafo se encargó del rediseño del libro incluyendo nuevas fotos.

Armando Salgado platicó que el libro tiene origen en la “insistencia” de su amigo Jesús Ocampo quien le decía que escribiera lo que le platicaba hasta que se animó. Considera que el haber logrado las fotos de la guerrilla en Colombia del Ejército de Liberación Nacional ELN, los Halcones, la de Genaro Vázquez no era una cuestión de valentía “era su trabajo” y lo hacía con gusto porque afirma que “un fotógrafo o reportero tiene que buscar la mejor historia”.

Salgado recuerda cuando fue a pedir trabajo a la revista LIFE, su primer orden, traer fotos de los plantíos de marihuana, para esa tarea le pusieron 40 rollos en un escritorio, sorprendido los tomó y se encaminó al lugar donde nació, a Guerrero, para hacer su trabajo, las fotos fueron publicadas a doble página en la revista, incluso hasta llevó 3 kilos de mariguana para que no pensaran que eran fotos “construidas”. Así comenzó una larga travesía por el mundo de la fotografía. Siempre hizo su trabajo de free lance, pocas veces tuvo un salario seguro.

“Cuando quería un buen reportaje me iba donde estaba lo peor de lo peor, donde nadie iba, yo encontraba cosas que valieran la pena, si no se publicaba una foto no pagaban, había que hacer buenos trabajos, tal vez por el mismo deseo de sacar cosas. Todos tenemos un deseo de superación y lo hacemos”.

El trabajo fotográfico de Salgado se desarrolla en el contexto de lo que se ha llamado la guerra sucia en México. Es en Guerrero donde se dan las primeras desapariciones forzadas dirigidas por el Ejército, fue así que después de que Salgado hizo las fotos de Genaro Vázquez, fue perseguido y torturado bajo las ordenes de Guillermo Nazar Haro, 10 días que bastaron para terminar con la carrera de un fotógrafo comprometido.

“Me retiraron porque ya nadie me dio trabajo, quedé fichado. Ni periódico, ni revista. Tenía credencial de LIFE, la revista Por qué no me dio chamba. Cuando Nazar Haro me detuvo termino para mi el periodismo”

Al quedar marginado de la actividad periodística los amigos fueron los que le tendieron la mano y se dio cuenta que había otro tipo de fotografía, Jesús Ocampo que en ese entonces trabajaba en Bellas Artes dispuso del archivo pictórico con el que contaban y Salgado hacía las reproducciones. Confesó que por un tiempo La Jornada le daba dinero por trabajos que le pedían pero que no eran publicados, cosa que no le agradaba.

Salgado piensa que uno se debe hacer de sus cosas y dice que lo bueno es que el equipo fotográfico con el que trabajaba era suyo, y siempre se las arregló para revelar o imprimir. Recuerda que una vez su amigo, el también fotógrafo, Rodrigo Moya le dijo: “Armando tu quieres revelar con saliva”.

De fotógrafo a astrólogo

Lenin Salgado hace 14 años decidió alejarse de la polución citadina en todos los aspectos. Compró un terrero en Pilcaya, en el Estado de México, donde construyó una casa autosustentable, construyó su pozo de agua, celdas solares, tierra para sembrar y se volvió vegetariano. Se ha dedicado a leer libros sobre esoterismo, lo interesante es que Salgado no deja de guerrear y fundó la organización Desconcentraciones Urbanas Amigos del Medio Ambiente y es el responsable del periódico local Corre la Voz de Pilcaya.