Una mirada fotográfica a los artistas plásticos
Archivo Fotográfico Manuel Toussaint IIE/UNAM
Cecilia Gutiérrez Arriola
La mirada de un fotógrafo es muy diversa y va de la mano de su agudeza y de su sensibilidad para capturar temas y momentos. Juan Guzmán fue un reportero muy refinado que supo introducirse en el ambiente de los artistas plásticos del México de los años cincuenta y captarlos en su instante creativo. De esa cuidada labor tenemos ahora una valiosa serie de fotografías que son parte de la Colección Juan Guzmán, que se custodia en el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Juan O’Gorman pintando en su casa-estudio, el elegante Mathias Goeritz con su Cristo Salvador de Auschwitz, Jean Charlot elaborando unas litografías, Diego Rivera posando, pintando, escribiendo y en múltiples instantes de su trabajo; Rufino Tamayo con sus murales y sus tesoros prehispánicos, Frida Kahlo en la intimidad de la Casa Azul y en la de su habitación de hospital; José Clemente Orozco tanto frente al caballete, como ante sus murales; Leopoldo Méndez grabando, Chucho Reyes Ferreira, Alice Rahon, Guerrero Galván, Manuel Olaguíbel, Gerardo Murillo, en plena acción creadora y creativa, y tantos y tantos más en imágenes que conforman hoy un testimonio invaluable.
Esta serie que se presenta aquí es una pequeña muestra de la selección que se hizo para conformar una exposición titulada El instante luminoso. Los artistas plásticos a través de la mirada fotográfica de Juan Guzmán, que ha sido exhibida en las ciudades de Oaxaca, Querétaro, San Antonio Texas y Chicago Illinois. En ella se mostraron cincuenta fotografías, copias digitales de la colección original que es patrimonio universitario.
Los retratos de Diego Rivera son los más numerosos dentro de la serie de artistas mexicanos; la amistad surgida entre el pintor y el fotógrafo dio pie a múltiples encuentros, lo que facilitó la espontaneidad o también, la toma más buscada.
A pesar de su avanzada edad (1952) Diego Rivera, pintaba al fresco, subido en un andamio, el boceto del mural Historia del teatro en México en el Teatro de los Insurgentes de la ciudad de México, que luego se cubriría de múltiples mosaicos de vidrio de colores. La toma, con alto grado de dificultad , en contrapicada y hacia las altas luces, capta al muralista infraganti, casi desde la clandestinidad en la que estaba el fotógrafo bajo el andamio.
Vemos luego a Frida Kahlo, en el pequeño espacio de su comedor de la casa de Coyoacán, ataviada elegantemente con su vestido de tehuana, bajo el mural de piedras de colores que cubría el techo, con los nombres de Frida y Diego con las letras invertidas, diseñado por Carlos Pellicer para ella. También la captó en una composición en diagonal, posando enjoyada y peinada con lazos de listones en su cama del hospital, pintando el soporte de su columna vertebral, en una escena festiva y opuesta a la tragedia que ocultaba su corsé de yeso.
Siqueiros, dejando ver su personalidad desinhibida y teatral, se muestra, en una gran composición haciendo juego con su sombra proyectada, en plena acción creativa pintando el mural Patricios y patricidas, que pintaba entre 1944 y 1946, en la ex aduana de Santo Domingo. Mientras que Rufino Tamayo posa serenamente para que lo retrate, haciendo un paréntesis cuando delineaba con crayola una obra sobre el muro, al escultor Francisco Zúñiga casi lo sorprende en el taller donde hacía la obra de gran formato La riqueza de la mar, para la capital veracruzana, en una panorámica en diagonal, que muestra al andamiaje que contiene a la enorme escultura y al artista y su ayudante que pulen la pieza acabada en 1952.
La diversidad de creadores y momentos se suceden en las fotografías de Guzmán, así también captó al gran caricaturista Ernesto, el Chango, García Cabral mientras dibujaba la caricatura de Cantinflas. Y detuvo el momento en que Leopoldo Méndez excava un linóleo que hará un grabado, retrata a Miguel Covarrubias en 1947 cuando pinta el mural El turismo de México, en el desaparecido Hotel del Prado, en la composición prefiere dejar al pintor en el extremo izquierdo para mostrar el mural.
El doctor Atl fue retratado por Juan Guzmán en diversos momentos y sitios, y con película de color y también en blanco y negro, en esta fotografía se muestra al artista sentado en la arena volcánica, pintando en directo al Popocatepetl, el rostro está oculto y la acción centrada en el personaje y el lienzo.
Todos estos retratos son ya documentos históricos y testimonio de un momento culturalmente destacado, y a la vez una importante muestra de la fotografía que se hacía en el México de mediados del siglo XX.
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