PAISAJE CONTEMPORÁNEO

El paisaje contemporáneo es una exposición fotográfica que reúne las miradas de siete artistas de la lente en el Centro Cultural Tijuana para mostrar las diversas formas que adquiere en manos de autores actuales un género muy socorrido en el pasado. Se trata de una producción del CECUT que invitó a Emma Cecilia García Krinski, una de las mayores estudiosas de la fotografía en México, a que hiciera la curaduría de la muestra.
La exposición comprende imágenes de Alfredo de Stéfano, Eric Jervaise, Gabriel Figueroa, Gerardo Suter, Javier Hinojosa, Rafael Doníz y Roberto Ortiz Giacomán y se mantiene abierta al público hasta finales de noviembre.
Alojada en la sala 2 de El Cubo, la exposición se propone mostrar las miradas y maneras de abordar el paisaje por fotógrafos contemporáneos. “El resultado permite observar los nuevos lenguajes y las aportaciones de los autores que han trabajado este género desde finales del siglo XX y el inicio del XXI”, señala la curadora.
“Desde el siglo XIX, el paisaje ha sido prolífera fuente de registro tanto para los fotógrafos locales, como para los fotógrafos viajeros, quienes a través de sus placas daban a conocer nuestras riquezas naturales y arqueológicas al Viejo Mundo”, apunta García Krinski en la presentación de la muestra.

Añade que “a lo largo del siglo XX nuestros grandes fotógrafos han tocado reiteradamente el tema del paisaje, es difícil que alguno no lo haya hecho, ya sea de manera directa o experimental, sin embargo han sido pocos los que se han entregado de lleno y casi en exclusiva a este género”.
Y precisa: “El paisaje contemporáneo reúne intencionalmente a siete talentos que comparten una misma generación, que se inició con los conocimientos de las técnicas tradicionales de laboratorio… [y] …que han experimentado con la alquimia que los llevó a manipular y virar sus trabajos.
“Estos siete grandes cruzan el umbral hacia la era digital, con el rico bagaje que les da la experiencia, para lograr con la nueva tecnología un gran espacio de expresión visual”, pero sobre todo “los siete se han dedicado a la representación del paisaje de manera continua y prolífera, para algunos de ellos es su única forma de expresión”.
Además, todos ellos son proclives a la experimentación técnica, a la perfección, al análisis –consigna la curadora–, “sus miradas ya han madurado y cada uno se proyecta de manera individual a través de sus símbolos, de sus conceptos, de sus preocupaciones y de sus intereses particulares”.
Vista así, la exposición supone el cruce de fronteras tanto en lo que concierne a un género muy socorrido en tiempos pasados y que aún en el siglo XXI sigue cautivando a los artistas de la lente, y la forma en que lo abordan hoy en día, como en lo referente a la transición a la fotografía digital que experimentaron todos los participantes en la exposición.
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