REPORTE KAHLO
De la cúpula desaparecieron los frescos; de entre los árboles de la Alameda Central, ya no surgen las figuras del quiosco; el púlpito del retablo este de Santo Domingo ya no está… ni el órgano, ni los decorados del techo de la nave principal. Pero en las paredes antes desnudas surgen ahora murales imponentes, los árboles que eran apenas un punto colorido rebasan ya estructuras centenarias, lo que podía atisbarse a principios del siglo XX como un esbozo de estructura es parte de nuestro paisaje cotidiano y aquellas estampas casi pueblerinas se distinguen hoy apenas en una ciudad que ha ido acaparando terreno.
Reporte Kahlo. Ciudad de México, 100 años de patrimonio, de Rodrigo Vázquez, libro editado por el Museo de la Ciudad de México y Editorial RM como catálogo para la exposición homónima de 2010, es un ejercicio de memoria y un referente fundamental de la arquitectura de la capital.
Vázquez eligió alrededor de 80 imágenes de monumentos, templos, calles y edificios de Guillermo Kahlo y, con una cámara centenaria de placas similar a la que el fotógrafo alemán utilizara a principios del siglo XX y un revelador especial para lograr las tonalidades de las imágenes de otras épocas, repitió las tomas, tratando siempre de hacerlo desde el mismo punto de vista y similar encuadre.
La posibilidad que el lector tiene de comparar ambas imágenes, permite no sólo ver la transformación del objeto mismo de la foto, sino su entorno y su nuevo uso. Pero también narra la vida alrededor de las construcciones y la intensidad en el crecimiento de la población. Templos y monumentos parecieran decir que, a pesar del paso de las generaciones, siguen ahí, impertérritos, inamovibles y -las más de las veces- inadvertidas pero firmes en su espacio. Es su territorio.
De acuerdo además a Laura González Flores, quien escribe uno de los textos y la introducción del libro mismo, el valor del proyecto de Vázquez va más allá al proponer también una reflexión crítica sobre la noción de fotografía de arquitectura: «El proyecto cumple con un doble objetivo: repetir las fotos de Kahlo y, en el proceso, poner en evidencia como éste resolvió el problema de la representación del espacio arquitectónico a principios del siglo XX».
Hojear este libro permite, para quienes gustan de andar por la Ciudad de México, un nuevo ejercicio, el de «llenar» los espacios entre las fotografías de Kahlo y las de Vázquez y recrear quizá una nueva imagen intermedia o, al menos, más personal. Es también la posibilidad de darse cuenta que, a pesar de cientos de descuidos y decisiones incomprensibles, hay alguien que cuida el patrimonio para dejarnos ver lo mismo que fue miles de miradas hace más de cien años.
Ese reconocimiento está sin duda presente en las palabras del propio autor, Rodrigo Vázquez, en su texto:
«Realizar ese minucioso y titánico evento de fotografiar el patrimonio arquitectónico de la ciudad donde vi la luz por primera vez -por cierto, 100 años y seis meses después que Kahlo-, cambio el rumbo de mi vida. Descubrí en las entrañas desconocidas de nuestros tesoros arquitectónicos una valiente casta de guerreros que identifiqué como guardianes del tiempo. Ellos cuidan celosamente nuestro pasado y cultivan su longevidad con el mismo amor, celoso y maternal, de quien guarda un tesoro que no tiene el reconocimiento justo».
Reporte Kahlo, Ciudad de México, 100 años de patrimonio. Guillermo Kahlo, 1910/Rodrigo Vázquez, 2010. Editado por RM y MCM. México 2013. pp 214.
