PEDRO MIRANDA Y SU NOVIA LOCA
Con un antecedente en las artes plásticas y del performance –éstas últimas no de oficio pero sí en lo cotidiano– Pedro Miranda comenzó en la fotografía por su inesperada estadía en Oaxaca, una estancia que se prolongó durante años.
Llegó a Oaxaca tras haber perdido la vista a los 15 años de edad. Comenzó a trabajar en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) que se encontraba dentro del edificio de Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, en donde diversos fotógrafos llevaron o impartieron talleres de foto, recurriendo a Pedro como modelo, debido a su “aspecto llamativo”, con ropas típicas de la región y textiles tradicionales.
Marcela Taboada empezó a fotografiarlo, hasta que Pedro se dio cuenta que le agradaría más estar del otro lado de la lente. Fue así como comenzó el proceso de Miranda con la fotografía, aprendiendo la técnica análoga a través de su tutora.
Desarrolló el tema de La novia loca por lo que le platicaba una amiga cercana acerca de una historia de su pueblo, San Raymundo Jalpan, Oaxaca. De acuerdo a esta leyenda, durante una boda un fuerte temblor acabó con la iglesia y lo único que quedó fue la pena de la novia buscando a su amado cada noche, dejando una figura de novia que se asoma todas las noches por las ruinas de la iglesia de San Raymundo.
Gracias a la curiosidad que esa historia le causaba, Miranda comenzó a visitar las ruinas de la iglesia y a construir las imágenes: una mujer con vestido de novia que se pasea por los sueños derrumbados.
Ya con los conocimientos de revelado e impresión, el autor echó mano de sus técnicas multidisciplinarias y conjuntó la fotografía con el textil, en un proceso laborioso y delicado que consiste en imprimir sus imágenes en gran formato y después recortarlas en tiras, para después remendarlas y zurcirlas con hilos en un gran lienzo que forma la imagen de nuevo.
Esta manera de trabajar sigue un proceso parecido al de las leyendas, que se forma poco a poco como una conjunción de palabras, vestigios y anécdotas de muchas personas, que a su vez conforman el relato completo.
Doce piezas de gran formato componen su exposición a inaugurarse el miércoles en la Galería Espacio Alternativo del CENART, las cuales el artista llama fototextiles, mismos que se gestan en su imaginación y que son elaboradas cuidadosamente con sus manos.
El artista va hilando su discurso y entra en el mundo de leyendas y fantasías del cual quiere ser parte: “Ser un fotógrafo ciego no implica que no pueda ver, científicamente no puede ver, pero puede sentir; un ciego ve lo que quiere ver. La ceguera se vuelve no un obstáculo sino una herramienta en la que tú puedes seleccionar qué es lo que tú quieres o no quieres ver”.
Respecto a esto, Miranda –quien además domina la cerámica de alta y baja temperatura, y la escultura– platica que su condición nunca ha sido un motivo de reconocimiento ni facilismo en la esfera artístico-cultural.
“No por el hecho de ser ciego me van a abrir las puertas para exponer”, dice. “Soy un artista más que tiene que someter su trabajo a revisión y expondré si alcanzo la calidad y si mi trabajo da el ancho. Tengo que pasar por todo el proceso por el que tiene que pasar cualquier artista plástico”.
La curaduría de la muestra corrió a cargo del psicoanalista Benjamín Mayer Foulkes, fundador y actual director de 17, Instituto de Estudios Críticos, y de Joanne Trujillo, estudiante de posgrado en dicha institución y becaria de la Fundación/Colección Jumex.
La inauguración de la muestra coincide con el XIV Coloquio del Instituto, De cómo la “discapacidad” entrecomilla a la “normalidad”, a realizarse del 14 al 16 de enero.
El vestido de novia utilizado en las fotografías, confeccionado a base de bolsas de plástico por la artista Miriam Ladrón de Guevara, se incluye en la muestra a manera de instalación.
La novia loca será inaugurada el miércoles 16 de enero, a las 19:00 horas en la Galería Espacio Alternativo del Centro Nacional de las Artes, ubicada en Río Churubusco No. 79, esquina Calzada de Tlalpan, Colonia Country Club, en la Ciudad de México, cerca de la estación del Metro General Anaya.
Estará disponible hasta el 14 de febrero. Horario de visita: lunes a viernes, de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.
Más información disponible en: www.cenart.gob.mx y www.17.edu.mx