PAUL FUENTES, EL JUEGO DE LA IMAGEN
Por Carolina Romero
La creatividad le viene desde la infancia y la fotografía lo ha acompañado desde que tiene memoria. Mientras cualquier otro niño saltaba la cuerda o se entretenía pateando un balón, Paul Fuentes pasaba el tiempo jugando en programas de edición de imagen, haciendo infinidad de clics con su cámara y reconociéndose a través de autorretratos, actividades que le permitieron, poco a poco, aprender sobre la imagen y desarrollar habilidades en la manipulación digital.
Hoy, el trabajo del fotógrafo mexicano, con sede en Londres, Inglaterra, refleja una mirada que yuxtapone ideas, objetos y conceptos, y que mezcla elementos de la realidad para construir un juego visual único y original: «Tomo estas fotos y busco la manera de crear algo nuevo», dice en entrevista con CUARTOSCURO.
Las imágenes de Fuentes se centran en la naturaleza muerta, con algo de Art Pop y manipulación digital. «Me gusta fotografiar objetos del día a día, animales, comida o texturas», cuenta.
«Al tener algo de naturaleza traviesa, encuentro inspiración en fantasías y sueños vibrantes. Soy un fotógrafo mexicano de arte pop y me encanta el color. Los pasteles son mi paleta favorita. Utilizo objetos cotidianos como comida, patinetas, latas de pintura y animales en mi trabajo, combinando múltiples elementos para crear composiciones extrañas y a menudo divertidas».
Para él, la fotografía es una herramienta que ayuda a capturar momentos, lugares o cosas que tienen cierta relevancia. También es una herramienta para recordar ideas, momentos, detalles, sentidos y emociones.
«Me dedico a la fotografía porque es la mejor manera para mí de expresar y crear una nueva experiencia a la realidad y dar una perspectiva distinta a lo cotidiano».
Su portafolio fotográfico «The new pop art», con el cual estuvo nominado a los Sony World Photography Awards, muestra imágenes irreales, con sentido estético y en un juego de figuras retóricas y de elementos que forman parte de la dualidad de los objetos y conceptos, que luego se vuelven otros conceptos y otros objetos, fotografiados.
«Me siento muy honrado y creo que el concurso no está cerrado a la posiblidad de que participen artistas que hacen manipulación de la imagen y fotografía», finaliza.
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