OMAR MILLÁN Y EL ESTE DE SU CIUDAD

© Guillermo Arias

A la hora acordada, al otro lado del auricular sonó un “¿Bueno?” de acento inconfundiblemente norteño. Omar Millán es un periodista tijuanense, autor del libro La fábrica de Boxeadores, texto que retrata el prolífico talento boxístico de la región a través de impactantes fotografías, entretejidas con las palabras de figuras como Julio César Chávez y Erik “el Terrible Morales”. En esta ocasión, tocó el turno para hablar de otro de sus libros, el recientemente publicado Viajes al Este de la Ciudad.

© Guillermo Arias

Ante la pregunta de por qué contar una crónica de la guerra contra el narco en Tijuana utilizando recursos fotográficos, él contesta haciendo referencia a su primer libro. Dice que, en éste como en aquél, sintió la necesidad de recurrir a la imagen por la carga visual del fenómeno. Quería retratar la frustración, la aflicción y la ausencia de esperanza en el gesto de las madres y amigos de las víctimas. En La Fábrica de Boxeadores, nos dice, su interés principal era relatar lo que pasaba abajo del  ring, los eventos que tenían lugar después del último round. En Viajes al Este de la Ciudad sucede algo similar, entre sus páginas no encontramos al contrincante caído por el knock-out, lo que vemos son los rostros del público, el gesto de angustia de esposas e hijos y las frías miradas del referee. Para el tijuanense, hay imágenes que no necesitan palabras, pues en ellas mismas se sintetiza el mensaje. Así es como describe la fotografía con la se inaugura su libro: una flecha negra que ondea sobre un rombo en signo de curva, atravesada por 18 balazos, y que por el ángulo en que fue tomada, parece que señala al cielo. Sobre las cintas de precaución que bordean la portada del libro, nos cuenta que son una señal de la condición de aislamiento, bloqueo simbólico entre el Este y el resto, límite impuesto por el miedo y la desesperanza.

Para Omar Millán, el uso amarillista que se hace de las fotografías en la mayoría de los medios periodísticos que cubren noticias del narco, produce exactamente lo contario a lo que se espera de la imagen: hace invisibles los detalles, esconde detrás de un velo el sufrimiento de las familias y normaliza la violencia. En su libro, busca revertir esta práctica y se centra, precisamente en los detalles. Por eso decidió colaborar con dos expertos fotoperiodistas de la frontera: Jorge Dueñes y Guillermo Arias. El encuentro con ellos, nos cuenta, fue esporádico, cada quien trabajaba por su cuenta y sólo ocasionalmente coincidían. Sin embargo, el objetivo de los tres era el mismo: construir una crónica que visibilizara a detalle los estragos de la guerra contra el narco, precedida por el ex-presidente Felipe Calderón, en Tijuana.

© Guillermo Arias

Omar Millán sabe que el uso de imágenes para relatar escenas de conflicto corre el riesgo de poetizar la violencia, él le llama, estética de la violencia; sabe también que recopilar testimonios y registros gráficos de los hechos, reaviva en las familias el sufrimiento por los seres perdidos; sin embargo, es más fuerte su convicción periodística y decide tomar el riesgo, prefiere visibilizar y contar al mundo lo que sucede al Este de su ciudad. Así es como combate la ceguera apática de algunos sectores de la sociedad tijuanense, así es como se sacude el miedo.

El autor de Viajes al Este de la Ciudad concluye nuestra entrevista telefónica diciendo que el lector podrá encontrar en su libro el antes, el durante y el después de la guerra contra el narcotráfico, en voz de las víctimas y de los victimarios. Y, al igual que en su libro, al final deja una invitación a la comunidad artística y sociedad civil del país para apropiarse de las calles y los espacios públicos con actividades colectivas que generen identidad y arraigo. A los fotógrafos y fotoperiodistas les aconseja visibilizar el conflicto, sin dejar de preocuparse por lo que pasa después del tiroteo.

© Guillermo Arias