LA FOTOGRAFÍA PUEDE CONECTARNOS: MAGGIE STEBER

Los pasos de Maggie Steber la han guiado por 64 países, en los cuales ha utilizado su cámara para retratar situaciones culturales, humanitarias y sociales.
Sin embargo, desde hace 30 años, la lente y el corazón de la fotógrafa estadounidense se han sincronizado para poner el foco en las historias que hay en Haití.
«Gracias a la fotografía estoy teniendo la vida que nunca imaginé tener», menciona Maggie, quien dice no haber sido una buena fotógrafa en sus inicios.
No obstante, en la posibilidad de fotografiar a los otros y lo que estaban viviendo encontró una manera de ser más sensible y un acercamiento a situaciones importantes como ella tales como la vida en Cuba, la dictadura en Haití e incluso el proceso de pérdida de memoria de su madre.
«Creo que entre más comprometido e involucrado esté el fotógrafo con el tema que está fotografiando, mejores son sus fotos, por que la fotografía puede conectarnos», añade.
Tras cubrir la guerra de África, Maggie regresó a Estados Unidos en busca de pequeñas y divertidas historias que fotografiar, en las cuales, los personajes fueran cercanos a las miradas de la gente cotidiana.
«Tus proyectos personales; qué tan profundo vas, cómo son tus fotos, qué quieres contar; pueden decir mucho de ti como fotógrafo», comenta Steber.
«Nosotros no seríamos nada sin la gente que sale en nuestras fotos; que en realidad no son nuestras, son de las personas que aparecen en ellas», añade.
Maggie inició como editora de fotografía para Associated Press en Nueva York, lo cual le encantaba, pues, a la fecha, ama ver las fotografías de los demás.
Para ella, las nuevas generaciones de fotógrafos deben desarrollar un estilo propio que sea diferente y único, así como aprender a darle cierto enfoque a sus historias y decidir cuáles son las mejores para presentarlas ante los editores.
En Foundry Photojournalism Workshop, Maggie busca ayudar a sus alumnos a encontrar el diamante en bruto dentro de sus historias y fotos, compartir con ellos sus experiencias, sembrar la semilla de la creatividad y curiosidad para que se conviertan en talentosos contadores de historias.
Para ella, quienes están atrás de la cámara hacen la labor de ayudar a los demás a mirar «porque muchas veces la gente ve las cosas, pero en realidad no las observa, no las conoce ni las entiende», y para eso sirve la fotografía.
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