LOS ÍCONOS DE HERRERA
Por Joyce García
Cabellos brillantes, luz en los ojos, engominados perfectos, auras dramáticas, sensuales o melancólicas… las imágenes que tengo frente a mi me traen inevitables recuerdos de infancia: al sopor de las calurosas tardes en el Puerto, Toña La Negra suena en el fondo mientras El Flaco de Oro la acompaña al piano, con el sonido del tatareo de mi abuela siguiendo a tono las canciones del dúo.
Las imágenes de Armando Herrera te transportan, quieras o estés renuente, a otras edades. Elegantes, cuidadas, soberbias, pero sobre todo, icónicas, las fotografías de Herrera, apodado “El fotógrafo de las estrellas” retrataron a las estrellas más importantes del espectáculo durante los sesenta años que su estudio brindó servicio, catapultándolo no solo como el estudio más equipado y sofisticado de la Ciudad, sino como un casi guru de la imagen de los famosos.
Por destino o casualidad, desde joven se encontró en el camino con quienes después serían sus sujetos fotográficos: compañero en el Colegio Militar de Jorge Negrete, compadre de Cantinflas y bohemio de corazón, Herrera retrató a estrellas de la talla de María Félix, Pedro Infante, Tin Tan, Los Panchos, Jorge Negrete, Silvia Pinal, Joaquín Pardavé, Tongolele, Sonia López, Toña La Negra y Agustín Lara y muchos más, haciendo un compendio que no deja huella solo como documento histórico, sino como una iconografía que catapultó el talento de cantautores, compositores y actores, ya fueran estrellas efímeras o mitos que hoy en día perduran, creando un rico catálogo de los años dorados del espectáculo en México: «Mi padre creo un triángulo amoroso entre el actor, el fotógrafo y el espectador” dice Héctor Herrera, hijo del fotógrafo.
Amor perdido. El bolero de Monsiváis es una exposicón a inaugurarse en el Museo del Estanquillo y surge como un homenaje al afamado fotógrafo pero también para promover la rica colección que dejó Monsiváis, mostrando su fervor por la cultura y el arte y como un gran conocedor de la imagen fotográfica: “Armando Herrera observa el ánimo de su cliente o su clienta, con frecuencia sus amigos, y estudia el cúmulo de sus miedos y vanidades; ningún artista está tan seguro de la eternidad de su público, ni dispone tampoco de un motivo único de su orgullo” fue uno de los pensamientos de Monsiváis sobre el fotógrafo, quienes mantuvieron una larga amistad, de allí que el escritor seleccionara un compendio de 90 imágenes sobre los personajes principales del género del bolero y sus subcatalogaciones: es así como nace esta exposición que cuenta con 71 fotografías, entre originales y reproducciones, de los personajes más importantes de la tonada melancólica, que va desde los años 30’s, con el famoso retrato de Agustín Lara sosteniendo su cigarrillo entre los dedos, de gesto duro pero mirada perdida, siempre naufragando, hasta los míticos Panchos, de perfectos peinados y pulcras poses, pasando por la sensualidad de voces aterciopeladas de las divas de la XEW, retratando talentos incipientes o grandes consagrados, nacidos en México o buscando sobresalir en este país de adopción.
La exposición se inaugurará este sábado 18 de mayo a las 13 horas en el Museo del Estanquillo, celebrando el centenario del nacimiento del fotógrafo, pero también en el marco del Día Internacional de los Museos.
El Estanquillo está ubicado en el corazón de la Ciudad, sobre la calle de Isabel La Católica 26, esquina con Madero.