Las Miradas del Mundo, un libro de Eduardo Moreno

Texto por Susana Rodríguez

El camino para aprender consiste simplemente en mirar, diría el crítico de arte John Peter Berger: “mirar lo que te guste, confiar en tus sentimientos y recordar que también tus sentimientos pueden cambiar con el tiempo”; como cambió, incluso, un centro de reclusión, mismo que al día de hoy es un Centro de las Artes.

Así, Eduardo López Moreno – fotógrafo social- en su propuesta de 134 páginas pretende “conducir al pasado o llevarnos a un futuro incierto”. El libro Las Miradas del Mundo da cuenta de la colección fotográfica del mismo nombre, albergada en el Centro de las Artes de San Luis Potosí, San Luis Potosí. El color y el blanco y
negro muestran lo mismo a refugiados, invidentes, oficios, calles que a símbolos visuales, paisajes urbanos, realidades inacabadas, otras culturas y diversos contextos. Imágenes publicadas, exhibidas, premiadas y galardonadas que fueron extraídas de cuadernos de viaje, que también hacen referencia a manuscritos y
dibujos.

El arquitecto con doctorado en Geografía Urbana, reconocido a nivel internacional por la comunidad fotográfica, manifiesta en el catálogo-libro su necesidad de romper con estereotipos, mismos que inevitablemente derivan en presentar fotos repetitivas; ello, en la idea de “crear imágenes que nos reencuentren con el hombre común, con una gramática visual simple que revele el valor de la vida cotidiana”; heterotopías que identificó en sus andanzas por países, ciudades y lugares tales como Zimbabue, Kenia, Malasia, Angola, Tanzania, Mombasa, el Este de África, India, Beirut, España, Bolivia, Estados Unidos, Canadá y México.

La utilización del close-up, los primeros planos y las panorámicas tienen como intención, acercarnos a lo general y a lo particular de diversas sociedades, a través de éstos y de planos medios, se pueden visualizar distintas fisonomías y microfisonomías que bien podrían, derivar en la autoconstrucción de realidades
humanas.

Las imágenes aquí compendiadas, como apuntes y preparaciones de autor, son atestación de un estilo y un modo de cuestionar “formas de ser y de vivir” ya que para López Moreno “son imágenes que son el tiempo de la gente y la gente en su tiempo. Un testimonio sin performance como un archivo visual de usos y
costumbres”. Experiencias ligadas y proyectadas para documentar acontecimientos y relaciones establecidas. Escritura visual que problematiza diferentes modos de subjetivación. Relectura en el modo de proceder que puede avergonzar o afrentar.

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