LA PERCEPCIÓN DE LAS DIFERENCIAS

Desde niño, siempre tuvo una cierta atracción por los monstruos. Más grande, quiso explorar las divergentes percepciones que sobre éstos se tiene. Por un lado, la del mundo occidental moderno en la que predomina el repudio y, por la otra, en culturas como la de la India y las prehispánicas, en las cuales los monstruos eran vistos como seres especiales, incluso deidades.
Esta inquietud, esta necesidad de explorar, llevó a Víctor Vargas a ganar el Sony World Photography Awards en la categoría de Foto Mejorada, el único mexicano que aparece en la lista de este año.
¿Por qué monstruos? “Es que, si eres diferente, en el mundo moderno puedes ser una estrella o bien, un relegado, un paria”, explica.
Surgió entonces la idea de mostrar a “monstruos” con rasgos humanos, haciendo actividades comunes y corrientes como las de cualquier humano: en el baño, cocinando, abriendo el refrigerador, en la oficina, viendo la televisión, cargando a sus bebés. Las primeras 10 fotos de esta serie son la primera de dos etapas de la serie Tetralogía. Y fue justo la imagen del “monstruo” madre que carga a su bebé la foto ganadora del premio.
La exploración comenzó con él mismo. Se tomó autorretratos, desnudo, en varias poses… y se convirtió a sí mismo en “monstruo”. Necesitaba experimentar primero las posibles reacciones de sus futuros modelos. Y lanzó luego una convocatoria por Internet, solicitando modelos para un proyecto artístico, puramente conceptual, de desnudo, alredor del tema.
“Sí tuve respuestas”, explica, “algunos no quisieron al enterarse del tipo de imagen, dado que les mostré la mía y les dije de qué se trataba, pero querían ser modelos de moda pero de las 10 fotos, siete sí fueron con desconocidos”.
Parte de su proyecto consistía precisamente en comprender al ser humano, en entender la percepción sobre el ser diferente.
“También quería descubrir reacciones, abordar a desconocidos, platicar con ellos, ver cómo reaccionaban en la toma y en la última fase, quería ver cómo reaccionaban”, explica. “En general, los modelos tuvieron una reacción positiva; al principio les resultó chocante, como algo que es repulsivo, pero cuando reconocieron elementos de su cuerpo o su mirada, surgieron sentimientos encontrados y, al final, las fotos les gustan”.
Del público en general ha tenido todo tipo de respuestas, desde aquéllos que lo encuentran repulsivo, hasta otros a los que les parece fascinante.
“Pero nadie se queda indiferente”, dice. “Y es que no hay nada violento, son actividades comunes y corrientes”.
Técnicamente, lo más complicado de solucionar fue quizá la mezcla de luz artificial con natural pero la idea de las poses necesarias para “armar cada monstruo” las tenía ya en mente pues sabía cómo iba a montarlas en Photoshop, e iba solicitándoles lo que tenían que hacer a los modelos.
Vargas dio un viraje a su vida al adentrarse en la fotografía. Después de estudiar Actuaría en la ENEP Acatlán de la UNAM, trabajó seis años haciendo pronósticos financieros en una agencia de viajes hasta que, de vacaciones en España, tomó videos de su viaje.
“Pero me parecieron aburridos y pensé que hubiera sido mejor tomar fotos, así que comencé a buscar dónde tomar clases de fotografía, un lugar que no me quedara tan lejos, que no fuera caro, y que funcionara los fines de semana”.
Así que llegó a la Casa del Lago, justo con el maestro Lázaro Blanco, una figura que lo hizo cambiar –bastante radicalmente– de profesión. Y se fue a Canadá, donde reside y estudia el último semestre de Fotografía.
En la segunda parte de su serie, señala, piensa incluir como modelos a personas mayores de edad o de diferentes grupos étnicos. Pero por lo pronto, el lunes 26 de abril estará en Londres, Inglaterra, para recibir el premio en creados en 2007 por la World Photography Organisation (WPO) y patrocinados por Sony.
Alberto Romero, subgerente de Comunicación Digital y Relaciones Públicas de Sony México, indicó que a Sony le interesa mucho impulsar actividades con profesionales y estudiantes a nivel amateur, por lo que han estado acercándose a universidades y escuelas.
“Estamos muy orgullosos con el premio de Víctor”, concluyó.