En un montaje itinerante que lleva recorriendo las ciudades de Madrid, Lisboa, Tokio, Nueva York, Ljubliana, Washington y Miami, la exposición pretende hacer una compilación de sentimientos e ideas universales, tratando de conectar con el espectador a través de temas globales que lo interpelan directamente.
Este repaso de los fotógrafos más representativos del país iberoamericano, la exposición también deja ver la evolución de ciertos tema que durante el Franquismo eran inexistentes: una trasgresión hacia una nación abierta al turismo y como producto de consumo, la desnudez, la carne, la homosexualidad, en fin, la censura se relajó un tanto, permitiendo con ello abordar los temas a mayor profundidad, o bien, darles más difusión.
Así se conforma un mosaico de múltiples interpretaciones, resumidas en 54 fotografías, que no solo nos hablan de la fotografía de un país, sino de una evolución al interior de la historia personal de cada fotógrafo pero que también va de la mano de los cambios sociales, políticos, económicos y artísticos.
Cualladó, Masats, Pérez Siquier o Joan Colom que siendo su principal producción en la primera mitad del siglo aún nos alcanzan a mostrar la España rural y sumida en el estancamiento del franquismo, hasta llegar a evoluciones en el propio lenguaje como Chema Madoz, que crea metáforas de mundo inexistentes, conformando poesías visuales, Joan Fontcuberta, que se ha enfocado en poner en jaque el discurso de la veracidad de la fotografía, la propagación de la imagen en las redes y sus usos en la vida contemporánea, quien creó la obra precisamente para la muestra, pasando por los impulsos provocadores de la llamada Movida madrileña con artistas como Pablo Pérez-Mínguez, Ouka Leele o Alberto García-Alix, al encanto y misticismo de las fiestas rituales de Cristina García- Rodero, el ejercicio se propone como una asociación de estadíos, pensamientos y formas de vida que quieren conjuntar una universalidad más que hacer distinciones entre un estilo y otro, entre una región y otra e intentar, además de mostrarnos un paisaje ecléctico que no quiere limitantes, nos invite a través de la fotografía a repensar que no somos una nacionalidad o una raza, sino un pensamiento y una acción.
La exposición se mantendrá abierta al público hasta el 27 de octubre en el Centro Cultural Españaestá ubicado en República de Guatemala 18 del Centro Histórico de la Ciudad, justo atrás de Catedral y a unos pasos del Museo Archivo de Fotografía, con entrada libre para sus visitantes.