LA ESPERA, DE LAURA GONZÁLEZ DURÁN Y SILVIA GONZÁLEZ DE LEÓN
Por Carolina Romero
Tomados de la mano, fotografías y texto caminan hacia una misma reflexión en el fotolibro La espera: resignificar el transcurrir de los minutos cuando uno está rodeado de nada más que la cotidianidad de la casa, un lugar seguro donde las autoras de la publicación, la poeta Laura González Durán y la fotógrafa Silvia González de León, han estado vertidas en un encierro voluntario dador de salud y seguridad en tiempos de incertidumbre, y que también, de alguna u otra forma, se ha convertido en su musa.
A pesar de que Laura González Durán nunca ha dejado de estar involucrada en el mundo editorial, de la traducción y la escritura, la inspiración que halló en el entorno de su hogar, en la luz que entraba por la ventana, en los sonidos, pero también en el silencio, en lo que encierra cada objeto, en el verde de sus plantas e incluso en el nombre de la colonia en la que vive, la reencontró con sus propias letras y con un aliento lírico que creía olvidado.
«Mi vida es un libro», dice a CUARTOSCURO. «Estos días que hemos estado encerrados, las imágenes me han socorrido, imágenes de la cotidianidad que he estado viviendo y sintiendo».
Aquellos fragmentos de cuarentena hallaron salida en redes sociales y llegaron a los ojos de Silvia González de León.
Unidas por una amistad de muchos años atrás, ambas se reconocieron en las sensibilidades de la otra: en la sensación de desamparo, pero también de añoranza y de la expectativa de un reencuentro con el futuro.
Así fue como nació La espera, cuando las imágenes de Laura, esas que se podían imaginar y leer, se unieron a las fotografías estenopeicas de Silvia, capturas de momentos llenos de un aura de melancolía y soledad.
«Entre las dos fuimos armando el libro con las fotos. Laura me enviaba los poemas y yo pensaba en qué me evocaban, jamás pensé en ilustrarlos, sino en el sentimiento que me transmitía el texto. Así fui eligiendo las fotos de archivo y enviándoselas a Laura para que me diera su opinión. Al final, las imágenes y los textos van muy de la mano y se ven muy bien juntos. Son parte uno del otro», cuenta Silvia.
A Laura, este libro le conmueve porque, afirma, es el retrato de la espera que tuvo con Silvia, además de que le permitió reencontrarse con el ejercicio olvidado de empuñar una pluma y plasmar sus sentimientos en papel.
La espera es una manera de ver ese mundo interno de casa que, en estos tiempos, nos ha acogido de una manera distinta… Es una invitación a mirar el reloj de nuevo y a resignificar el paso de sus manecillas… Una forma nueva de acercarnos a lo que nos rodea y encontrarle alguna arista desconocida… Un acercamiento con las sensibilidades que ha dejado a su paso la pandemia.
Para leer el flipbook puedes acceder a este enlace:
https://issuu.com/alografo/docs/la-espera_laura_gonzalez
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