HÉCTOR GARCÍA, FOTÓGRAFO DE LA CIUDAD

Evocar a Héctor García Cobo es revivir más de 60 años dedicados a la fotografía; oficio en el que este artífice de la lente plasmó imágenes de la realidad mexicana de mediados del siglo XX al capturar escenas en la ciudad, así como testimoniar con su cámara los movimientos que transformaron la vida política y social de nuestro país.
A ocho años de su fallecimiento, recordamos al llamado Fotógrafo de la ciudad, quien en sus imágenes legó reflexión, ironía e instantes de la realidad que atestiguó.
García Cobo se forjó en la cultura del esfuerzo. Nació en el barrio de La Candelaria de los Patos el 23 de agosto de 1923. Aunque vivió en la capital la mayor parte de su vida, a corta edad comenzó su incansable aventura viajera; en un principio, por curiosidad y después para exponer su obra.
Abordar el trabajo artístico y humano de Héctor García implica reconocer no sólo su talento, tenacidad y éxito, sino describir a la Ciudad de México mediante una escritura con luz -como él definía a la fotografía-, en su esencia y complejidad.
En su fotografía hablan los rostros y los cuerpos de quienes retrató, desde reconocidas figuras de la Época de Oro del cine mexicano, como María Félix, Dolores del Río, Cantinflas y Tin-Tan, así como personalidades del mundo cultural, entre quienes destacan David Alfaro Siqueiros -en la célebre foto captada en la cárcel de Lecumberri-, Frida Kahlo, Diego Rivera y Gerardo Murillo Dr. Atl, entre otros. 
El talento natural lo conjuntó de la observación y las lecciones de sus maestros, el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo y el cineasta Gabriel Figueroa, de quienes fue discípulo en el Instituto de Artes y Ciencias Cinematográficas de México. 
Destaca también su labor como reportero gráfico, como solía llamarse a sí mismo, en las publicaciones Mañana y ¡Siempre!, Novedades, Excélsior, Time y Life, entre otras, además de ser viajero incansable y recorrer con su cámara varios países de América Latina, Europa, Medio Oriente y Asia.
Aun cuando en 1950 fundó su agencia fotográfica Foto Press, encargada de cubrir noticias políticas, deportes y espectáculos, su mayor interés eran los problemas sociales; por ello, sus fotografías son reconocidas como crónicas gráficas de la ciudad de medio siglo; imágenes en las que la calle, sus personajes y vericuetos son los protagonistas.
García Cobo decía: “Preferí la realidad, la vida, y me convertí en un testigo del acontecer social del país. La calle me pareció, con mucho, un escenario más amplio donde sucedían más cosas, con personajes de la realidad, más ricos en vida, en concepto y forma”.
Y es que la pobreza y marginación del barrio donde creció, despertó en él su curiosidad por lo que sucedía en las céntricas calles de la capital, donde tenía materia prima para su trabajo, por lo que, incansable, recorrió una urbe que comenzaba con su imparable expansión y modernización, con la construcción de ejes viales, en 1978, el Metro, en 1969, y dos décadas antes, la edificación de la Torre Latinoamericana y el mercado de La Merced, que se convirtieron en iconos de la ciudad.  
“Lo importante de la obra de Héctor García desde sus inicios es su actitud de crítica social y la profundidad que de ésta emana. No es arte purista que pretenda, como muchos insertados en el boom fotográfico, el regodeo de los malabares, lucecitas y texturas; busca, eso sí, la máxima expresión humana. Es violento, apasionado y generoso, constantes que se reflejan en su obra fotográfica”, refirió el también fotógrafo Nacho López sobre la obra de su colega.
El artista recibió en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo: la primera, en 1958, por su reportaje sobre el movimiento ferrocarrilero; la segunda, en 1968, por su trabajo sobre el movimiento estudiantil, y en 1979, por un fotorreportaje sobre la guerra en Medio Oriente. También obtuvo un galardón al mejor filme etnográfico en el Festival de Popoli en Florencia, Italia, (1972).
Asimismo, se hizo merecedor al Premio Nacional de Ciencias y Artes 2002, y en 2007 se le rindió el Homenaje Nacional al Periodismo Cultural Fernando Benítezque se realizó en la FIL de Guadalajara; y encabezó alrededor de 65 exposiciones individuales en México, Cuba, Francia, Suiza, España, Alemania, Italia, Colombia y Venezuela, entre otros países.
Su obra se encuentra en colecciones públicas y privadas, en los museos Nacional de Antropología e Historia, y de la Fotografía en México; la Bibliothèque Nationale de Francia, The Library of Congress en Washington D.C., y Los Museos Vaticanos. 
Con la Fundación María y Héctor García, inaugurada en octubre de 2008​ en la Ciudad de México, el artista capitalino cumplió uno de sus sueños al contar con un archivo que alberga aproximadamente un millón y medio de negativos, así como el registro de las publicaciones en las que colaboró y documentos que respaldan su labor como reportero gráfico. García Cobo falleció el 2 de junio de 2012.
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