Fotomontaje

El nacimiento de la fotografía cambió la concepción del mundo y de nuestro alrededor, se le confirió como fiel representante de la realidad; el fotomontaje fue el contraste a esa realidad admitida. Su uso y experimentación inicia desde los comienzos de la fotografía pero es hasta 1920 cuando explota en grupos que imprimieron particularidad en sus trabajo como el grupo dada berlinés. Jacob Bañuelos Capistrian, para quien la imagen supone todo un “misterio”, se dio a la tarea de “comprender y descubrir” que existe detrás de cada imagen y “como se construye y explica”. Su libro Fotomontaje  de editorial Cátedra es la primera parte de un trabajo de investigación donde da un repaso refinado y puntual del género que “ha sido denostado por su carácter de falsedad pero que influyó en la forma de concebir a la fotografía como una obra de arte”. El fotomontaje es definido como una imagen híbrida que resignifica. Bañuelos, en entrevista, explica:  “Existen muchas formas de fotomontaje pero tenemos miedo a llamarlo tal cual, la principal es porque parece falso, los discursos sobre la fotografía como representación de la realidad y la verdad han pesado mucho en el siglo XX y nos cuesta desarraigar la idea de verdad o de verosimilitud en las imágenes porque siempre queremos asentar en la imagen la realidad y la verdad, queremos asirnos a algo que nos de seguridad en nuestra referencia con el mundo, el fotomontaje echa por aire todo esto, explota nuestro sentido de la verdad tradicional que hemos heredado de la fotografía”.