Fotografías hechas con Inteligencia Artificial ganan la Bienal de Fotografía
El pasado miércoles 20 de septiembre el Centro de la Imagen (CI) dio a conocer los ganadores del Premio de Adquisición de la XX Bienal de Fotografía, certamen que reconoce e impulsa la producción fotográfica en México. Rogelio Séptimo y Fernando Montiel Klint por Exhumar la memor.IA y El anfibio dorado fueron los trabajos seleccionados.
Rogelio Séptimo también recibió el Premio LMI 2023, otorgado por el Laboratorio Mexicano de Imágenes, aliado del Centro de la Imagen para la producción de la muestra de la XX Bienal. Este reconocimiento anual de nueva creación busca apoyar y premiar la calidad visual, singularidad, solidez y trayectoria de propuestas visuales.
El jurado que decidió entre 25 trabajos a los ganadores estuvo integrado por Adela Goldbard, Gerardo Suter Latour, María Guadalupe Lara Rodríguez, José Luis Cuevas García y Juan de Dios Ernesto Ramírez Bautista.
Exhumar la memor.IA de Rogelio Séptimo
«Hace un tiempo tuve un sueño en el que platicaba con mi bisabuela, figura materna que nunca conocí. En mi infancia las historias familiares hicieron que me formara una imagen de ella y, en cierta manera, un recuerdo que perdura hasta hoy. Este proyecto proviene de la memoria colectiva y reúne retratos, generados con inteligencia artificial, de algunos habitantes de la isla de Janitzio (lugar de origen de mi familia), de quienes no existe registro fotográfico. Estas representaciones han sido creadas utilizando un proceso combinado de fotografía analógica y software generativo, a partir de testimonios, descripciones e imágenes de sus archivos recopilados en “mesas de trueque”. Este tipo de intercambio forma parte de una dinámica ancestral de comercio y socialización entre las comunidades purépechas del lago de Pátzcuaro. Posteriormente, he intervenido cada pieza con una marca monocromática sobre el vidrio, realizada con fragmentos extraídos a nivel pixel de las fotos de archivo recopiladas, que simula la marca de agua que implementa la inteligencia artificial al producir las imágenes. A través de esta acción, cada retrato es un atisbo hacia ese pasado posible y el presente».
El anfibio dorado de Fernando Montiel
Me perturba mi distanciamiento con la naturaleza. Exploro, descubro y me adentro en la experiencia de lo desconocido, en mi transitar como una especie más y no como un humano que se asume como el centro del universo. Mi curiosidad se aleja de la razón. Contradictoriamente, necesito que la ciencia y las cosmogonías ancestrales me guíen. Percepciones alteradas y visiones contemplativas. Quiero subrayar que la naturaleza puede ser un espacio mental. Persigo trascender la observación como mera visión, para lograr adentrarme en la consciencia, así como cuando conocí a la Taita Manecita, mujer sabia que me abrió una puerta hacia lo desconocido: mi relación animal con la naturaleza. Necesito estar aislado pero en la naturaleza. ¿Quién soy yo? ¿Cómo me relaciono con la tierra? ¿Qué es el ser? Desde estas preguntas me reconecto como individuo y ser social.