Enseñar es: un trabajo de Sarai Estrada, alumna de los talleres Cuartoscuro

“La enseñanza, ¿quién no lo sabe?

                                                                                        Es ante todo una obra de infinito amor».

                                                                                                                         José Martí

 

Dedicado a quienes con su quehacer docente y fotográfico han inspirado el propio.

“Enseñar es…” fue proyecto fotográfico realizado durante el taller de Fotoperiodismo y fotografía documental impartido por Cuartoscuro, el cual nació de la inquietud personal de compartir el significado del acto de enseñar de 3 profesoras de preparatoria y universidad, a través de una serie fotográfica documental. Con la finalidad de dialogar y reflexionar en torno a su experiencia, motivaciones e inspiraciones del quehacer docente.

Mi nombre es Sarai Estrada, actualmente soy fotógrafa y profesora en la UNAM, en la licenciatura en Pedagogía y en el Estudio Técnico Especializado Auxiliar fotógrafo, laboratorista y prensa de la Escuela Nacional Preparatoria No. 8. En octubre del 2020 comencé la aventura de ser “profesora” en compañía de la maestra Margarita. En medio del contexto pandémico, descubrir un nuevo quehacer traía consigo mucha esperanza y posibilidades, pues como recién egresada de la licenciatura de pedagogía, encontrar hacia dónde dirigirme profesionalmente resultaba bastante reconfortante. El inicio de mi experiencia docente se encontró atravesada por las dinámicas de vida pandémica, de modo que mi primer año y medio como profesora ayudante transcurrió mediado por una pantalla. Y aunque el contexto parecía un poco solitario y desilusionador, lo cierto es que fue en la posibilidad de enseñar que muchas de mis esperanzas, pasiones, resistencias y sentidos brotaron con tanto fulgor.

Durante ese proceso en el que yo aprendía la práctica docente tuve la posibilidad de formarme acompañada, ya que fue en el trabajo colaborativo y compartido con Margarita, es en el que no sólo pude aprender las mejores herramientas para preparar una clase o evaluar a las y los estudiantes, sino que en su forma de posicionarse y ejercer su quehacer docente es que comprendí lo digna y amorosa que es la profesión de enseñar. A principios del 2022 tuvimos la fortuna de regresar a las aulas, lo que presentó un nuevo reto, pues ahora estar de manera presencial frente a un grupo de estudiantes colocaba nuevas preguntas e inquietudes, pues regresábamos después de una caótica temporada.

Por otra parte, se encuentra mi segunda experiencia formal docente, la cual comenzó en marzo del 2022 y fue regresar como maestra al espacio en el que conocí, conecté y aprendí fotografía. Ya que tuve la oportunidad de trabajar de manera conjunta con la Vicley, la profesora que no solo me enseñó a ser fotógrafa, sino que con su ejemplo inspiró en mí el sueño de algún día ser maestra de foto. Esta nueva vivencia no solo me ha atravesado como docente, sino que también me ha llevado a cuestionar y replantear mi propia práctica fotográfica.

Las fotografías aquí presentadas fueron imaginadas y capturadas a partir de la vivencia, del querer compartir la dinámica cotidiana en el salón de clases. Y lo mejor es que durante este periodo de registro tuve la posibilidad de establecer diálogos profundos con estas dos profesoras. Conocí no solo sus interrogantes y apuestas actuales, sino que también compartieron conmigo recuerdos valiosos de toda su trayectoria profesional. Así que a continuación presento a estas dos mujeres, protagonistas de este fotodocumental.

Virginia Leyva o como muchas generaciones le dicen con cariño, Vicley. Inició su camino en la fotografía en la misma carrera técnica, en la cual lleva enseñando más de 35 años y continuó en la licenciatura de comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM. Comprometida con la formación de futuros y futuras fotógrafas, por su aula y cuarto oscuro se han imaginado y creado las primeras fotos de cientos/as de preparatorianos/as. Ella no solo enseña aspectos técnicos de su arte, sino que tiene una convicción firme de que los y las creadoras de imágenes sean conscientes, responsables y críticas de lo que capturan con su cámara.

Margarita, quien de formación es socióloga de la FCPyS UNAM, lleva 10 años esforzándose en encorazonar una práctica docente que refleje sus convicciones por una educación distinta. Interesada en temas de educación popular latinoamericana, ha resistido a la academia con sus preguntas y diálogos en el aula, los cuales pueden ser construidos desde el sentir y pensar y no solamente desde la teoría. Ha acompañado a generaciones de sociólogos/as y pedagogos/as durante toda su trayectoria, cuidando siempre su formación profesional.

A las maestras que con su práctica han inspirado la propia, que con la dignidad de sus quehaceres me han enseñado lo valioso e importante que es una docencia comprometida con las y los estudiantes, gracias. Porque como una vez me compartió Margarita “Si otra escuela es posible, otro mundo también lo es”, entonces estoy plenamente convencida que en la apuesta por otras maneras de hacer educación están latentes otras maneras de hacer fotografía y pedagogía.

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