CINCO AÑOS DE VER SIN VER
Por David Polo
No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos
Antoine de Saint-Exúpery
Cinco años de enseñar a ver sin ver. Al menos no de la manera en que una persona habituada a mirar el mundo con sus propios ojos lo haría, sino a través de las experiencias del tacto, el olfato o el oído. A lo largo de un lustro Patricia Cerezo ha impulsado a niños con ceguera para atreverse a explorar el mundo, conocerlo y atraparlo en el encuadre de una cámara fotográfica.
Aromas, sonidos y formas son los elementos que delimitan las imágenes creadas por los pequeños. Sus fotografías adquieren dimensiones inusitadas al trascender lo plano de una foto cualquiera; no es difícil perderse de pronto percibiendo los ruidos y olores de tintorerías, talleres, mercados y calles de Oaxaca.
La lección que reciben los niños es valiosa: la pérdida de la visión no es un obstáculo para conocer y admirar el mundo. La cámara es sólo el pretexto para detonar lo que sin duda puede significar un cambio radical en la vida de una persona.
La Casa de la Cultura Oaxaqueña reúne una muestra del trabajo realizado en los últimos cinco años por los fotógrafos formados por Patricia Cerezo, misma que podrá visitarse en este recinto hasta el día 25 de octubre de 2016 en González Ortega 403, en el Centro Histórico de Oaxaca.
