CICATRICES Y SAL
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Don Carmelo es el capitán de una embarcación a orillas del golfo, detrás de todas y cada una de sus arrugas hay un mar de historias que contar, sus manos están llenas de cicatrices, la mayoría de ellas son causa de combates con animales gigantes que viven en el fondo del océano.
El capitán es un personaje salido de una historia fantástica, me recuerda al protagonista de aquella novela de Ernest Hemingway, ese viejo que se pierde en altamar durante una larganoche y pelea con tiburones y con él mismo para proteger aquel animal fantástico que trae amarrado junto a su bote, al final el viejo llega solo con el esqueleto, los pescadores y los comerciantes del puerto de la Habana quedan asombrados por las dimensiones de aquel pez que el viejo santifica durante toda la novela.
Dice don Carmelo que antes cuando era mas joven también solía pescar durante las noches de septiembre y ahora a sus ochenta y cinco años solo avienta la red por las mañanas, cuando el tiempo esta bueno
Comandante de una gran tripulación don Carmelo es una leyenda entre los marineros, hay una historia fantástica que repite muy seguido en frente de los otros pescadores y que no me canso de escuchar:
Él jalaba la red a una distancia donde mas de la mitad de su cuerpo quedaba bajo la mar y dos sábalos brincaron repentinamente, uno de ellos clavándose directamente a un costado de su espalda, dos costillas rotas lo llevaron a la cama por un par de meses, después el regreso al mar.
Sus arrugas expuestas al sol de las doce lo hacen ver como un ser místico, hace poco cuando tomaba algunas fotografías un bagre le mordió la mano mientras jalaba la red, la sangre escurría por la mano y todos le preguntábamos si estaba bien, don Carmelo sostenía su mano y solo decía que cuando un bagre te clava el diente duele como la chingada. La herida sano y sigue pescando cuando el tiempo es bueno.
Contacto fotógrafo: jaguar2710@hotmail.com