ASÍ EMPEZÓ EL CINE
¿Sabías que unas de las primeras tandas de cine en México se daban en una sala de la calle de Jesús María a un precio de 10 centavos? ¿Qué algunos empresarios daban funciones gratuitas a cambio de cierto número de cajetillas de cigarros El Buen Tono? ¿Que fue el 5 de agosto de 1896 cuando se anunció la exhibición de un aparato óptico llamado cinematógrafo Lumière?
La trayectoria del cine en nuestro país, cómo fue «abriéndose paso» y en qué y cómo le influyó el contexto político y social se encuentra en el libro Los orígenes del cine en México (1896-1900), de Aurelio de los Reyes, cuya tercera edición acaba de ser publicada por el FCE en su colección de Historia.
Quien lo lea sabrá cómo fue la época de la fiebre del cinematógrafo, las funciones para «hombres solos» y, sobre todo, la inserción del séptimo arte en la historia de México.
Reproducimos un fragmento del texto de contraportada: «Con espíritu comprensivo y a la vez crítico, Aurelio de los Reyes analiza a fondo los orígenes de la cinematografía en México y concluye que entre 1896 y 1900 se sentaron las bases para la creación de un cine típicamente mexicano en cuanto a la temática y el modo de hacer los filmes. Las películas surgidas durante ese periodo, explica el autor, carecían de ese sentido crítico y daban cuenta de la realidad inmediata; los autores buscaban mostrar «la verdad» a través de un cime de carácter documental, que fue la primera aportación de México a la cinematografía universal».
Los orígenes del cine en México (1896-1900), Aurelio de los Reyes. Fondo de Cultura Económica. Tercera edición, 2013. pp. 232