LA PIÑATA: RETRATOS DE SONRISAS


Hablar de pobreza extrema es hablar de necesidades básicas: agua, comida, techo, indispensables para la supervivencia del ser humano, pero hay otras necesidades de las que nadie habla: sonreír, jugar, ser felices.
Con esta premisa, Diego Huerta comenzó un viaje por comunidades en pobreza extrema del noroeste de México y el altiplano potosino, para romper una piñata con los niños del lugar y retratar esa alegría, esa tradición mexicana.
El proyecto nació una tarde en la que Diego charlaba con una familia de muy escasos recursos. En la plática comentaron que el niño de la casa pronto cumpliría años. Entonces el fotógrafo preguntó: «¿Habrá piñata?»
– No -contestó el pequeño- nunca he tenido una piñata y mi familia no estaba en condiciones de hacerme una.
El corto diálogo hizo eco en la cabeza de Diego y las reflexiones los llevaron a la conclusión de que  algo tan común como una piñata es un realidad muy alejada para las personas con dificultades económicas. Así comenzó el proyecto fotográfico: «La Piñata».
Desde entonces, gira la llave de la camioneta y los motores comienzan a rugir para abandonar las carreteras pavimentadas y tomar pequeñas callejuelas de terracería que tienen como destino esas comunidades en donde, para llevarse algo a la boca, es necesario cazar ratas de campo.
La cruda realidad de las comunidades hace que Diego mantenga los pies en la tierra y entonces busca regresar un poquito de lo que recibe uno en la vida.
Diego estaciona la camioneta y con una piñata en mano arriba a las comunidades, donde comienzan a brotar sonrisas de los infantes, pero el objetivo no sólo es el efecto inmediato de ver rostros felices por doquier; él busca que el hecho tenga un significado a la posteridad.
“Yo sé que no voy a resolverles la vida ni voy a cambiar su condiciones económicas, pero quizá sí los puedo marca de alguna manera positiva para que en un futuro ellos vuelvan a realizar esa acción con alguien, y se replique una buena  acción con alguien, que se busque un bien común, en esa medida  estamos mejorando el espacio y el entorno en que vivimos”, afirma Diego.
La tarea que comenzó a dibujar sonrisas en el norte del país tiene como próximos destinos Oaxaca, Michoacán y Chiapas.
Para conocer más de la obra de Diego Huerta checa nuestro álbum en Facebook https://www.facebook.com/media/set/?set=a.681956531835833.1073742098.268540879844069&type=1

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