DESDE OTRA PERSPECTIVA
Imágenes de la Toma de Veracruz, concebidas desde la casa editorial Fotografía Artística Hugo Brehme, que revelan otra perspectiva de la invasión estadounidense que dio comienzo el 21 de abril de 1914, fueron restituidas a un álbum bajo resguardo de la Fototeca Nacional, el cual originalmente fue compilado por algún viajero o residente alemán.
En el álbum se hallaban únicamente 13 fotografías, pero se encontraron alrededor de otras 30 que correspondieron a éste, al examinar a conciencia el Fondo Teixidor. Al parecer —anota Mayra Mendoza— el propio coleccionista decidió separar algunas de ellas y gracias al trabajo de cotejo de las fotografías por gramaje, proceso técnico, tema y formato, se logró la reintegración de 70 por ciento de las mismas.
Para ubicar el sitio de cada una de ellas dentro de las páginas correspondientes, se contó con el apoyo de Rosángel Baños y Antonio Avellano, mientras la reintegración física de las mismas fue realizada por la restauradora de la Fototeca Nacional, Berenice Valencia.
Aunque en todas las imágenes se nota el sello de Fotografía Artística Hugo Brehme, Mayra Mendoza, maestra en Estudios de Arte, comenta que las dedicadas a la invasión estadounidense del puerto de Veracruz sobresalen por la excelente composición, característica de esa casa editorial, y la perspectiva alejada de los horrores explícitos de la también llamada Segunda Intervención Norteamericana.
Este hecho, junto con la Toma de Ciudad Juárez en 1911, y la Decena Trágica en 1913, fue el más fotografiado de todo el proceso revolucionario. Cabe recordar que el 21 de abril de 1914, poco más de 40 buques estadounidenses atracaron en el puerto de Veracruz, so pretexto de que el presidente de esa nación, Woodrow Wilson, fue notificado de la entrega alemana de armas a Victoriano Huerta.
El recorrido por el álbum inicia justamente con vistas panorámicas del puerto de Veracruz. “La perspectiva es de quien está en tierra firme y mira pausadamente la llegada de la flota que se distribuye desde el muelle hasta la lejanía. A través de las páginas figuran dos decenas de buques extranjeros, cada una presenta una vista general del barco o crucero acompañado del nombre para dejar constancia de los acorazados estadounidenses, alemanes y españoles que fondearon en aguas mexicanas”.
En palabras de la propia investigadora Mayra Mendoza, no están presentes las dramáticas historias de cadetes y civiles victimados que hicieron circular fotógrafos como Ponciano Flores Pérez; por el contrario, se observa la formación de tropas estadounidenses en el muelle, el rostro bélico del conjunto.
“Es notorio que el compilador de este testimonio marcó el episodio con un aire nostálgico, culminando con un puerto desolado e inmóvil y una lánguida bandera estadounidense colgando desde lo alto del mástil, nada más opuesto a las imágenes que se difundieron del célebre momento, cuando fue izada con las ondeantes barras y estrellas.
“Son imágenes balanceadas, muy bien estudiadas, como si el campo de batalla se hallara dentro del estudio fotográfico. Todas fueron captadas antes o después de los disparos porque de esa manera se podía componer la escena, el encuadre, más vinculada a la estética porfiriana que aún persistía para esos momentos”
La subdirectora de la Fototeca Nacional señala que estas fotografías circularon en México entre grupos selectos, básicamente miembros de la comunidad germana, pero sí se publicaron en los medios alemanes. De manera que hoy en día, además del repositorio en Pachuca, se pueden conocer en los acervos del Museo Franz Mayer, del Instituto Getty (Los Ángeles, California) y otros de Alemania.
A través de este tipo de testimonios, concluye, la Fototeca Nacional intenta ofrecer testimonios visuales poco explorados, que en algunos casos como este álbum, representan además una ventana para refrescar la tan reiterada iconografía revolucionaria.
(Fuente: INAH)
Este álbum, como explica Mayra Mendoza Avilés, subdirectora de la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue adquirido en algún momento por Felipe Teixidor Benach (1895-1980), escritor e historiador español nacionalizado mexicano, cuya colección fotográfica integra uno de los fondos con que cuenta este repositorio avecindado en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.
Fue con motivo de las celebraciones por el Centenario de la Revolución Mexicana, en 2010, que se revisaron todos aquellos materiales relativos al tema, entre ellos se encontraba el citado libro que en caracteres alemanes, precisa contener fotografías de tres sucesos ocurridos durante 1914: la “ocupación americana de Veracruz, 21 de abril”, los “preparativos para la defensa contra zapatistas en Xochimilco, agosto” y la “entrada de Pancho Villa a México, diciembre”.En el álbum se hallaban únicamente 13 fotografías, pero se encontraron alrededor de otras 30 que correspondieron a éste, al examinar a conciencia el Fondo Teixidor. Al parecer —anota Mayra Mendoza— el propio coleccionista decidió separar algunas de ellas y gracias al trabajo de cotejo de las fotografías por gramaje, proceso técnico, tema y formato, se logró la reintegración de 70 por ciento de las mismas.
Para ubicar el sitio de cada una de ellas dentro de las páginas correspondientes, se contó con el apoyo de Rosángel Baños y Antonio Avellano, mientras la reintegración física de las mismas fue realizada por la restauradora de la Fototeca Nacional, Berenice Valencia.
Aunque en todas las imágenes se nota el sello de Fotografía Artística Hugo Brehme, Mayra Mendoza, maestra en Estudios de Arte, comenta que las dedicadas a la invasión estadounidense del puerto de Veracruz sobresalen por la excelente composición, característica de esa casa editorial, y la perspectiva alejada de los horrores explícitos de la también llamada Segunda Intervención Norteamericana.
Este hecho, junto con la Toma de Ciudad Juárez en 1911, y la Decena Trágica en 1913, fue el más fotografiado de todo el proceso revolucionario. Cabe recordar que el 21 de abril de 1914, poco más de 40 buques estadounidenses atracaron en el puerto de Veracruz, so pretexto de que el presidente de esa nación, Woodrow Wilson, fue notificado de la entrega alemana de armas a Victoriano Huerta.
El recorrido por el álbum inicia justamente con vistas panorámicas del puerto de Veracruz. “La perspectiva es de quien está en tierra firme y mira pausadamente la llegada de la flota que se distribuye desde el muelle hasta la lejanía. A través de las páginas figuran dos decenas de buques extranjeros, cada una presenta una vista general del barco o crucero acompañado del nombre para dejar constancia de los acorazados estadounidenses, alemanes y españoles que fondearon en aguas mexicanas”.
En palabras de la propia investigadora Mayra Mendoza, no están presentes las dramáticas historias de cadetes y civiles victimados que hicieron circular fotógrafos como Ponciano Flores Pérez; por el contrario, se observa la formación de tropas estadounidenses en el muelle, el rostro bélico del conjunto.
“Es notorio que el compilador de este testimonio marcó el episodio con un aire nostálgico, culminando con un puerto desolado e inmóvil y una lánguida bandera estadounidense colgando desde lo alto del mástil, nada más opuesto a las imágenes que se difundieron del célebre momento, cuando fue izada con las ondeantes barras y estrellas.
“Son imágenes balanceadas, muy bien estudiadas, como si el campo de batalla se hallara dentro del estudio fotográfico. Todas fueron captadas antes o después de los disparos porque de esa manera se podía componer la escena, el encuadre, más vinculada a la estética porfiriana que aún persistía para esos momentos”
La subdirectora de la Fototeca Nacional señala que estas fotografías circularon en México entre grupos selectos, básicamente miembros de la comunidad germana, pero sí se publicaron en los medios alemanes. De manera que hoy en día, además del repositorio en Pachuca, se pueden conocer en los acervos del Museo Franz Mayer, del Instituto Getty (Los Ángeles, California) y otros de Alemania.
A través de este tipo de testimonios, concluye, la Fototeca Nacional intenta ofrecer testimonios visuales poco explorados, que en algunos casos como este álbum, representan además una ventana para refrescar la tan reiterada iconografía revolucionaria.
(Fuente: INAH)