MÉXICO PANORÁMICO



El que se mueve no sale en la foto. Y no, al menos no salieron quienes no estuvieron frente al lente de Aurelio Escobar (1888 -1964), fotógrafo jaliciense que produjo importantes imágenes de la Revolución y, en general, de las primeras 60 décadas del siglo pasado.
El libro sobre su obra, El que se mueve no sale en la foto. Aurelio Escobar Fotógrafo Profesional se presenta el martes 20 de noviembre a las 17:00 horas en las instalaciones del Archivo General de la Nación, en conjunto con Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI).
Aurelio Escobar fue uno de los fotógrafos más sobresalientes que ha tenido nuestro país. A través de su lente capturó momentos cruciales que definieron el curso de la historia de México, así como la enorme transformación política, económica y social que vivió el país durante la primera mitad del siglo XX.
Escobar realizó miles de fotografías, desde la Revolución hasta el sexenio de Adolfo López Mateos. Retrató personas, escenarios y acontecimientos que revelan capítulos y detalles de la vida en México durante uno de los periodos de mayor cambio.
El libro se centra en las extraordinarias fotografías de grupo, en formato panorámico, casi únicas en el mundo. En este tipo de fotografía Aurelio Escobar encontró el medio idóneo para transmitir la fuerza de las manifestaciones y los mítines que fueron transformando la vida social y política del país. Detalles muy interesantes, tanto en edificios como en rostros, pueden percibirse al observar cuidadosamente las fotografías.
Coeditado por el Archivo General de la Nación, ADABI y Quintachilla ediciones, el libro, además de interesantes textos en torno al quehacer del fotógrafo y a la restauración de las fotos, incluye el testimonio de su nieto Arturo Guevara Escobar.
Impreso en papel couché, se trata de una edición de lujo realizada con una investigación y selección de fotografías muy minuciosa, y con un excelente sentido del diseño y la edición, no sólo para los amantes de la buena fotografía, sino también de los que desean conocer más de la historia de nuestro país a través de la lente de nuestros grandes fotógrafos, en este caso de uno de los más extraordinarios y originales, cuyo acervo se encuentra en la fototeca del Archivo General de la Nación, disponible para todo el público.
El libro tiene textos de las directoras de ADABI y del AGN; del nieto del autor, Arturo Guevara Escobar; del historiador Ariel Arnal; de Paola D´Rugama y Alma del Carmen Vázquez, del Archivo Aurelio Escobar, y de Xavier Guzmán Urbiola.
La presentación estará a cargo de Arturo Guevara Escobar, escultor de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” del Centro Nacional de las Artes; el maestro Fernando Osorio Alarcón, conservador de Colecciones Fotográficas. Fundación Televisa; María Cristina Pérez Castillo, encargada de Publicaciones, en representación de la Dra. Stella González Cicero, directora general de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de Mexico (ADABI); el fotógrafo Agustín Estrada, y Aurora Gómez Galvarriato Freer, directora del Archivo General de la Nación.

© Archivo General de la Nación. Fondo Aurelio Escobar
MÁS SOBRE ESCOBAR
En un escrito de su nieto, Arturo Guevara Escobar, podemos conocer algo más de este fotógrafo:
«Descubrió desde muy joven su vocación, de la mano de su sobrino, mayor que él, el destacado fotógrafo de la Revolución mexicana Heliodoro J. Gutiérrez, fotógrafo y sindicalista del mismo gremio. Desconocido hasta ahora, Aurelio Escobar dedicó casi 60 años de su vida a plasmar la vida política, sindical y privada de México, desde los ámbitos donde interactuaban las altas esferas políticas hasta los escenarios donde se desplazaba el soldado zapatista de manta».
«Hombre de fuerte personalidad, Escobar fotografió presidentes y personajes de toda la clase política, líderes sindicales, manifestaciones obreras, paradas militares, congresos, los paisajes de México o el recuerdo de alguna graduación. De manera peculiar utilizó el formato de la panorámica de 360 grados, convirtiéndola en la especialización de su profesión».
© Archivo General de la Nación. Fondo Aurelio Escobar
«Aurelio Escobar Castellanos es miembro del exclusivo grupo de pioneros del fotoperiodismo mexicano, auténtico fotógrafo de guerra que tuvo la intención de llevar su cámara a las trincheras de la primera guerra mundial; autor de imágenes de la Revolución mexicana y de sus secuelas, como la guerra cristera y varias asonadas militares; retratista de niños, de eventos sociales (novias y quince años), fotografía publicitaria; y, sobre todo, defensor de su gremio, donde participó de manera significativa en la conformación y dirección de las diferentes organizaciones dedicadas a agrupar a los fotógrafos mexicanos».
Amplía la información sobre él la página del AGN:
«A pesar de una prologada relación laboral de más de 20 años entre Aurelio Escobar y Heliodoro J. Gutiérrez, aquél mantuvo de forma independiente una serie de estudios fotográficos en México y los Estados Unidos. En el vecino país del norte concentró su trabajo en la ciudad de Columbia, trabajando primeramente en el estudio Lyles y luego comprando el estudio Hennies en 1919, rebautizándolo como A. Escobar y que siguió activo hasta 1925, cuando lo vendió a  Joseph H. Mayfield».
«Durante la segunda década del siglo pasado, Escobar firmó en México bajo las diferentes marcas comerciales de Heliodoro J. Gutiérrez y como A. Escobar. Finalmente, en 1933 ocupó el local de 16 de septiembre número 64, bajo el nombre de A. Escobar, Fotógrafo Profesional. A mediados de los años cincuenta el negocio cambió de nombre y de inmueble: Fotopanorámicas Escobar en la calle 16 de septiembre número 66″.
«De manera paralela al trabajo en su estudio, Aurelio Escobar actuó como reportero gráfico independiente durante algunas etapas de su vida. Esto le dio la oportunidad de incursionar en una gran variedad de ámbitos: la incipiente publicidad fotográfica; el retrato de gabinete, con imágenes de gran formato o la fotografía para credencial».
«Se destacó en  la atención personalizada para servicios en bodas, quince años y bautizos. Especial interés tuvieron para él los niños, a quienes retrató así en eventos sociales, fiestas, comidas y otros espacios de la vida pública a veces marcada por la tragedia y en otras ocasiones por la alegría. Con el dominio de su cámara panorámica conceptualizó como sello de autor la famosa fotografía de graduación, a través de paisajes con vista de hasta 360 grados. Su trabajo fotográfico es testimonio del resurgimiento de la industria nacional en la postrevolución, así como del rápido e incesante cambio de México durante los primeros 60 años del siglo XX».
(Con información de Arturo Guevara Escobar y del Archivo General de la Nación)

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