MEMORABLE… E INDISPENSABLE
De entrada, sorprenden las imágenes de ese México cotidiano, el de la ciudad convirtiéndose en ciudad grande, la que mantenía todavía sus rasgos de pequeña población con sus coheteros, una precaria publicidad, los pies con huaraches, la vecindad capturada en las películas de otra época, los animales de granja sin granja.
Luego explota ante los ojos y la mente el autor total, el creador que incursiona en las artes visuales como si cualquier cosa: el observador acucioso de los detalles que fotodocumenta; el reportero que sigue paso a paso un acontecimiento; el experimentador a través del happening con esa Venus que pasea por las calles; el retratista de niños, mujeres del mercado, hombres en la pulquería; el cineasta que se vuelve guionista, camarógrafo, director; el enamorado de la danza y el movimiento; el artista que se revoluciona para crear sus autorretratos, sus vasedactigrafías…
Nacho López. Así de simple, el título que aparece en la portada y que se llama en realidad Nacho López. Ideas y visualidad, este libro editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Veracruzana, el Fondo de Cultura Económica y Parametría, lo abarca todo.
Para quienes no conocen la obra de López, es un descubrimiento completo. Para quienes están familiarizados con parte de sus creaciones, es una forma de encontrar su universo total: el inédito, el menos reconocido, aquel del que menos se ha hablado.
Con José Antonio Rodríguez y Alberto Tovalín como editores, contiene textos del mismo Rodríguez, John Mraz, Jesse Lerner, Carlos A. Córdova, Mayra Mendoza Avilés y Daniel Mendoza Alafita.