SOBRE ESOS "CRACKS" ANÓNIMOS…

© Carlos Alberto DuarteLo que inició como un proyecto colectivo para hacer por el puro gusto y en momentos libres, se transformó en un libro de autor individual. Carlos Alberto Duarte combina en su libro Minuto 40, presentado recientemente, sus dos pasiones: futbol y fotografía.
¿Cómo surge la idea de hacer un trabajo sobre la afición futbolística -casi siempre se enfoca al deporte en sí- y de qué manera decides abordarlo?
Surge, en un inicio y como muchos de los mejores proyectos en los que he tenido la oportunidad de participar, de una plática informal junto con dos colegas y excelentes amigos, quienes acordamos hacer una serie fotográfica de algún tema, algo que hiciéramos libremente y por el puro gusto de tomar fotos, más allá de las obligaciones de nuestras actividades diarias. En ese momento, honestamente no recuerdo quién de los tres lo sugirió o por qué razón, pero quedamos en hacer fotos de futbol para posteriormente seleccionarlas y buscar algún espacio donde pudiéramos exponerlas.© Carlos Alberto Duarte
Poco tiempo después, ya habiendo realizado algunas salidas a buscar fotos del tema, platiqué con mis compañeros y me comentaron que ellos no habían tenido tiempo de hacer nada, motivo por el cual les pregunté si podía continuar el trabajo de forma individual, a lo cual accedieron sin problema. Es ahí cuando realmente inicia el proyecto Minuto 40. De inicio y al revisar las imágenes que ya tenía, me di cuenta de que las que más llamaron mi atención eran aquellas que no se enfocaban en el deporte en si y en la práctica del mismo, sino aquellas que reflejaban todo eso que gira en torno a el, todo eso que sucede por y para el futbol cada domingo y también cualquier día de la semana. Esa fue la forma en la que decidí abordarlo, como un fenómeno social y cultural, algo cotidiano en la vida de la gran mayoría de los mexicanos, independientemente de que nos guste o no este deporte.
¿Qué representa para ti el fútbol y cuál es su función en la vida cotidiana?

© Carlos Alberto Duarte
Actualmente soy un gran aficionado al futbol; de niño, creo que como todos, lo jugué muchísimo pero la verdad nunca fui bueno, es por eso que hubo un periodo largo de mi vida en el que me dediqué a otros deportes, sin embargo me trae extraordinarios recuerdos de mi infancia y de la convivencia con mis amigos. También hay algo que me liga mucho con este deporte que es mi nombre; yo me llamo Carlos Alberto y mis padres me pusieron así en honor de un jugar brasileño que brilló con su selección en el mundial de 1970 en México, es decir, lo llevo como herencia, desde muy pequeño, tal y como lo muestra la primera foto de libro, donde pedía mis pasteles de cumpleaños de cancha de fut y no me importaba mucho el sabor, sino poder jugar con los muñequitos. El futbol para mí representa un vínculo con los años más felices de mi infancia, con mis amigos, con mis padres y hermanos, no es un deporte solamente, es ese pretexto para echar la mente a volar y dejar que todos esos momentos vuelvan a suceder.
Para la vida cotidiana considero que tiene una función importante y es una poderosa influencia que va desde el detener a todo un país durante 90 minutos cuando juega la selección, hasta el desahogo de las presiones cotidianas de aquellos “cracks” anónimos que esperan ansiosos el domingo para reunirse en la cancha y jugar como si la vida dependiera de ello y ¿por qué no? al finalizar una “chelas” acompañadas de la botana. El futbol está ahí y está para todos, aficionados y no aficionados, basta recordar que, más allá de la barrera infranqueable de la pantalla de la televisión, están las playeras que hace unos años nadie se pondría y que ahora son extremadamente caras, el banderín del carro, el poster de la refaccionaria, el decorado que reposa sobre la tumba de un aficionado, no hace falta más que levantar la mirada y sin buscar mucho lo veremos.
Cito lo que dice mi amigo Pablo Romo Álvarez en el texto que contiene el libro: “Algunos, que no son los muchos, creen que el futbol es enajenante y embrutecedor, que ha retrasado el crecimiento social y que funciona como opio para el pueblo; puede ser, aunque hay que señalar que el desarrollo y crecimiento social es responsabilidad de las políticas públicas y su aplicación, y no del futbol.” Pensamiento con el que coincido plenamente y para contestar de manera más breve y claro a la pregunta, vuelvo a citar a Pablo con la frase que da título a su colaboración “no todo en la vida es futbol, pero también ayuda”.
¿Qué lugar ocupa en el imaginario colectivo, y a su vez, en la formación de una colectividad o de la no-colectividad?
© Carlos Alberto Duarte
Considero que, tal vez no en todos los estratos sociales, pero sí en su mayoría, el futbol ocupa un lugar de privilegio, ya que es la razón ideal para la convivencia, para la identificación con un grupo social y a su vez para la exclusión o rechazo de los miembros de otros. En todos sus niveles activa y provoca movimiento de esos grupos y los confronta, cuando menos en forma de rivalidad deportiva y solo durante el partido, es una de las muy pocas razones válidas que encuentro para la confrontación y la rivalidad.
Platícanos del título de tu libro, Minuto 40.
Minuto 40 es la convergencia de dos mundos que me apasionan, la fotografía y el futbol, es también el proyecto con el que termino el “primer tiempo” de mi vida, afortunadamente con “marcador a favor”. El título se deriva de aquellas ligas amateurs que dada la poca condición física de los jugadores, sólo juegan tiempos de 40 minutos y siendo la calle la que me dejó los mejores recuerdos del futbol, decidí festejar mi cumpleaños 40 materializando este trabajo (el pasado 10 de agosto de 2012, día de mi cumpleaños 40, presenté el libro en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de la Universidad Veracruzana, Campus Xalapa, Institución de la cual soy egresado de la carrera de fotografía). Lo veo más que como el final de un episodio, como el “silbatazo” con el que doy comienzo a una nueva etapa de mi vida, con energías y esperanzas renovadas, contento con lo realizado pero nunca conforme porque quiero y espero mucho más en todos los ámbitos de mi vida.

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Un comentario

  1. Mi querido Carlos, como tu lo dices, verdaderamente tienes un nombre tan futbolero que no entiendo por que no fuiste un crack de las canchas. De cualquier manera, tu talento hace que sustituyas tus dos pies izquierdos, con imagenes que derrochan ingenio. Me da gusto saber que este trabajo detonara tu creatividad, cada vez mas. Felicidades por el cumpleaños y por tu libro.

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