RECORDANDO A FERNANDO DE FUENTES
La trilogía de películas realizada por el director de cine Fernando de Fuentes acerca de la Revolución Mexicana será exhibida con motivo del 102 aniversario de dicho suceso histórico. Restauradas por la Filmoteca de la UNAM, podrán verse en la Sala Carlos Monsiváis del Centro Cultural Universitario.
El prisionero 13 (1933), El compadre Mendoza (1935) y Vámonos con Pancho Villa (1935) fueron restauradas con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, gracias al valor y trascendencia nacional que tienen debido a los tres ejes que exploran del movimiento armado: el villismo, el huertismo y el zapatismo.
En el caso de El prisionero 13, el también realizador de Doña Bárbara (1943) aborda la corrupción, los asesinatos y el abuso del poder perpetrados por miembros del ejército concretamente durante el gobierno de Porfirio Díaz, a través de la vida del coronel Julián Carrasco, que en la historia representa la actitud y autoritarismo de Victoriano Huerta.
En El compadre Mendoza De Fuentes rompió con los contenidos delimitados después de la revolución; dotó al filme de los aspectos negativos de la sociedad de aquel tiempo con Rosalío Mendoza, terrateniente que buscaba congraciarse con los bandos huertistas y zapatistas.
Sin embargo, después de una temporada de amistad y aprecio del general Felipe Nieto, las situaciones conducen al personaje a decidir con quién aliarse, traicionando a sus compañeros más cercanos. El crítico de cine Emilio García Riera definió a este trabajo en su texto Historia documental del cine mexicano I: 1929-1937 (Cocaculta, 1992) como “una excelente muestra de cine narrativo; sorprende por su rechazo de lo convencional, por su unidad de estilo, por su fuerza dramática, y por el buen uso de un reparto competente”.
El tercer filme, Vámonos con Pancho Villa, muestra la participación de “Los Leones de San Pablo”, grupo de campesinos que se unen al ejército de Villa, los cuales sufren más derrotas que victorias en el campo de combate. La tragedia es aún mayor cuando los únicos dos miembros de la agrupación, Tiburcio Maya y “Becerrillo”, se deben enfrentar a un brote de viruela que se dispersa en toda la tropa, obligando a Maya a tomar una decisión sobre seguir en el movimiento, retirarse o asesinar a su compañero.
Uno de los aspectos particulares de esta película, la cual fue estrenada después de Allá en el rancho grande (1936), es que no se le tomó en cuenta y sólo duró una semana en taquilla. Se basa en la novela homónima de Rafael F. Muñoz.
Esta trilogía será exhibida en la Sala Carlos Monsiváis del CCU del 17 al 22 de noviembre. Para mayor información visita el sitiowww.filmoteca.unam.mx