PUNTO CIEGO, DE ISOLINA PERALTA
Por Carolina Romero
La mujer que enfoca y dispara tiene 102 años. Es ahí, tras su cámara, desde donde busca atrapar los recuerdos que ya no puede conservar.
En sus antiguos álbumes familiares, Isolina Peralta guarda esas memorias olvidadas y sus días de viajes alrededor del mundo, en los que empezó a tomar fotos.
Para Isolina, la vida consiste en ir de una infancia a otra. En algún momento, regresar al inicio y perderlo todo hasta quedar en blanco. Su esencia es como la de sus fotos viejas: una huella frágil y borrosa, inexacta y evanescente.
“Cada vez que olvido quién soy, pierdo una parte de mí. Cada vez que recuerdo quién soy y recuerdo mi vida, es como perderlo todo de nuevo…”.
De hundir la nariz en sus viejos álbumes e intentar regresar en el tiempo a través de los recuerdos es como surgió su proyecto “Punto Ciego”, una metáfora de lo que Isolina dice que le está pasando a su mente.
“Al revisar mis fotografías viejas, me doy cuenta de que han cambiado de color, se han borrado las caras, y han salido manchas de hongos, y pienso que mi memoria ha sufrido los mismos cambios”.
“Punto Ciego”, de Isolina Peralta, es seleccionado como mención honorífica de la XVII Bienal de Fotografía y forma parte de la exposición que se presentará en el Centro de la Imagen del 9 de diciembre al 12 de marzo de 2017.
“(…) Al final no quedará nada mas que una gran mancha blanca”.
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