PORTAFOLIO. VIVIR DE LA BASURA, POR KARLA RANGEL

[slideshow_deploy id=’46554′] La falta de empleo para algunos sectores de la población, como adultos mayores o personas con alguna discapacidad física o mental, los lleva a buscar realizar cualquier tipo de actividad para poder obtener el sustento diario. Lo que para algunos es basura, para otros es su único medio de subsistir.
En las calles se puede apreciar a personas recolectando basura o desperdicios que después puedan vender en algún lugar de reciclaje o a alguna chatarrería.
La recolección y venta de cartón además de ser una fuente de ingresos, ya sea complementaria o única,  contribuye al cuidado del medio ambiente reduciendo la cantidad de basura.
Sin embargo existe una situación ambivalente en esta actividad, por una parte así como contribuye en la mejora del medio ambiente y conlleva una remuneración económica, también acarrea serios riesgos de salud para las personas que practican este oficio ya que al separar la basura son propensos a contraer diferentes enfermedades sobre todo del tipo infeccioso.
Además si contamos con que para muchas familias esta es la única fuente de ingresos y el pago recibido llega a ser insuficiente,  llegamos a la conclusión de que este problema se debe a la falta de oportunidades y se convierte en una asunto de tipo económico, social y de salud pública.

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