NICARAGUA, UN PARTEAGUAS
Nicaragua marcó un antes y un después en mi vida… Pedro Valtierra
Sandra Pérez Jiménez
A sus 23 años Pedro Valtierra fue a Nicaragua sin preparación o entrenamiento previo como para ser un corresponsal de guerra: “Me dijeron: te vas a la guerra y me fui a la guerra… Te echan la bendición, te dan dinero y Dios que te bendiga, al estilo mexicano”.
Siendo ésta su primera experiencia como corresponsal de guerra, le significó una gran oportunidad, pudo conocerse más y aprender de una situación en la que no había órdenes de trabajo ni jefes y tenía que organizarse con sus compañeros para saber en dónde estaba ocurriendo lo más importante.
En esa época, había que cargar con mucho equipo: rollos, cámaras, lentes, químicos, papel, ampliadora, charolas, tanques, pinzas… Además, tenía que de la nada armar el cuarto oscuro en el baño del hotel: tapar las ventanas para oscurecerlo y, en el improvisado espacio, revelar e imprimir las fotos del día, sin tiempo para estar meditando. La transmisión por medio de fax demoraba seis minutos por foto y, dado que los corresponsales de otros países hacían lo mismo, las líneas telefónicas se saturaban y frecuentemente se perdía la transmisión.
Esta experiencia le abrió la mirada fotográfica, la noción de gremio, el concepto de independencia del fotógrafo pero, también, fue un detonador de la idea de dotar a la fotografía de espacios más allá del diario. La cercanía con la revolución vendría a definir más claramente su estilo. Es evidente que Nicaragua marcó un antes y un después en su vida personal y profesional.
Para leer este artículo completo, adquiera Cuartoscuro 114 en tiendas Sanborn’s, red de librerías Educal y De Cristal.
Conocí el trabajo de Don Pedro Valtierra en el Centro Ceremonial Mazahua, ¡me impactó!, el contraste del escenario y sus fotografías tan profundas de la Guerra Nica… marcaron también mi visión de lo que son las realidades a través de la fotografía. Felicidades a Pedro.