Nacimos sin ropa: el desnudo y la búsqueda de libertad
Fotos y texto publicado en el número 178 de la revista Cuartoscuro.
Con la desnudez,
tus ojos también se desnudan;
tu mirar es más difuso,
más lento, más líquido.
Manuel Bandeira
Sueño que camino sobre el agua sin portar otra prenda más que mi piel; de pronto soy parte de El Nacimiento de Venus, esa pintura de Sandro Botticelli, con la diosa del amor en el centro, completamente desnuda, y no puedo experimentar otra cosa que no sea libertad, pero despierto y me encuentro con un mundo distinto, uno en el que todos van cubiertos, algunos más que otros. Aquí el desnudo es una acción que se hace bajo llave y en circunstancias específicas: estar descubierto se convierte en un acto de rebeldía.
¿Por qué nos causa tanto asombro estar ante un cuerpo expuesto “al natural” aun en estos tiempos? Desde mediados del siglo XlX, fotógrafos como Julien Vallou de Villeneuve han abrazado esta incomprensión del ser humano para crear imágenes poéticas que exaltan lo que nos han enseñado a cubrir. La fotografía se fusionó con la figura humana para lanzar mensajes íntimos: el desnudo pasó de ser algo vulgar a una herramienta de expresión con una carga personal. La fotógrafa Alma Fonseca, originaria de Culiacán, Sinaloa, ha encontrado en el desnudo un lienzo en blanco para pintar sus emociones.
Los que ejercen este género de la fotografía requieren de una sensibilidad particular para identificar la belleza en las curvas y relieves del cuerpo, combinada con un carácter firme que logre conectar con los modelos. Esto lo entendió desde muy joven Alma, quien a sus escasos 17 años ya cargaba con su Minolta para retratar “al que se dejara”, aunque no era fácil, pues en ese entonces había más prejuicios.
El despertar del erotismo
Hay palabras que preferimos evitar en nuestro vocabulario cotidiano, aun sin estar seguros de su significado; esto sucede con el vocablo erotismo, un término que se malinterpreta como un acto inmoral. Sin embargo, si nos vamos a las entrañas etimológicas (eros: amor, deseo/ ismo: actividad) descubrimos una belleza particular para referirnos a ese despertar del placer que va mucho más allá del acto sexual o lo físico.
El filósofo Franco Berardi explica que el erotismo es la capacidad de entender lo que no es entendible, que incluso el caos se puede transformar en algo erótico para nuestro cuerpo, para nuestra piel, para nuestra percepción del universo. Cuando escuché la interpretación de Berardi pensé de inmediato en la serie de desnudos que Alma tomó en la Isla de Mezcala, ubicada en los límites de Jalisco y Michoacán; al platicar con ella me explicó que ese trabajo tenía un mensaje personal y que la modelo había expresado, a través de sus movimientos corporales, “un intento desesperado por liberarse de esa presión que provoca la imposición de cumplir con estereotipos y normas sociales”.
“Estas fotos narran la lucha por la búsqueda de libertad como ser humano, sobre todo como mujer; la necesidad de romper ataduras y sobresalir en un mundo donde la sociedad te ahoga si quieres ser auténtica. Estas fotos tenían que ser sin ropa, porque nosotros no nacemos con prendas. La esencia era lo importante aquí. También quise romper con la comodidad de mi modelo con movimientos fuertes, ella es bailarina, entonces está acostumbrada a hacer poses delicadas, pero siempre los saco un poco de su zona para que sean ellos mismos”, dice.
Sumergida en la contemplación de la anatomía humana a través de las fotografías de Alma despierta en mí una inquietud que me lleva a comparar cada detalle de la naturaleza con el cuerpo. Cuando miro la foto de paisaje de esa playa sinaloense es inevitable no ver en las marcas de la arena decenas de columnas vertebrales expuestas por una espalda arqueada, o unas largas piernas que parecen no tener principio ni fin: la poesía comienza a aparecer en todo lugar.
Regresa la noche y es hora de dormir. Cierro los ojos con fuerza como un inútil intento de volver al sueño del que no hubiera querido despertar. Ver de nuevo a la diosa del amor y contagiarme de la seguridad con la que porta su piel desnuda. Tal vez aún estemos lejos de hacer realidad ese sueño… vivir con esa libertad, pero mientras fotógrafos como Alma sigan con la documentación de la belleza al natural, con sus diferencias e “imperfecciones”, podemos acercarnos cada vez más a la eliminación de los tabús y prejuicios que rodean al cuerpo humano.
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