Nace la primera fototeca digital en México
Lolita Castelán
Bajo el principio de que el patrimonio cultural sólo adquiere significado con la apropiación que de él hace la sociedad y, por ello, debe fomentarse el acceso libre a los bienes patrimoniales, se presentó la fototeca digital Fotógrafos y editores franceses en México, siglo XIX, en el Instituto Mora.
El proyecto de crear una fototeca digital que permita el acceso vía Internet a las imágenes y a la información sobre las mismas, fue iniciado en 2002 por un grupo de investigadores que encabeza, el también investigador e historiador, Fernando Aguayo, de ese instituto.
La presentación de este espacio corrió a cargo de los historiadores Laura Suárez de la Torre, Deborah Dorotinsky, Andrew Russell Green y el propio Aguayo, quien dijo que esta información gráfica y textual debe servir para tener conocimientos, y para apropiarse de los mismos.
Aguayo planteó dos obstáculos para la realización de una fototeca digital idea; uno de ellos, dijo, se centra en la concepción sobre el patrimonio estatal y lo que se tiene que hacer con éste, pues esa idea de que hay que preservarlo bajo llave y sólo un grupo reducido de investigadores puede tener acceso al mismo no ayuda. “Es importante conservar los objetos fotográficos, pero también es importante difundir las imágenes y la información sobre los objetos.
El otro problema, expuso el investigador, ha sido cómo establecer una red de colaboradores e instituciones para fincar proyectos a largo plazo; si esto no existe no habrá fototeca digital cuando se termine el apoyo del CONACYT mediante el cual fue posible arrancar este principio, que debe entenderse como proyecto inacabado y en permanente construcción.
Aguayo destacó que investigadores, creadores de sistemas informáticos y catalogadores deben trabajar de manera conjunta pues “urge” sistematizar y capturar la información en otro tipo de programas para hacer un sistema amigable al investigador y al público general.
La experiencia de conjuntar este archivo digital, resultó una especie de indicador sobre el sentir de algunas instituciones. De acuerdo con el historiador mientras en el extranjero hubo una respuesta muy positiva por parte de los archivos –aunque no todos; en México hubo más reticencia, con sus excepciones, como el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
La doctora Dorotinsky destacó que en comparación con el sistema de la Fototeca Nacional o del Archivo General de la Nación, la fototeca digital, y del Archivo Pedro Meyer, ofrecen mayor información y velocidad para los fines de investigación.
En su intervención Suárez de la Torre destacó el interés de los realizadores por preservar el patrimonio de México, pues no sólo se tiene acceso a las imágenes, sino a su identificación plena. Comentó el acercamiento acrítico que se ha tenido a las imágenes, lo que ha ocasionado la repetición de errores respecto de la autoría de algunas fotos, por ejemplo. En ese sentido, destacó la labor de investigación que de cada una de las imágenes hicieron los realizadores.
Para ingresar a este acervo el interesado puede hacerlo a través de la página http: //lais.mora.edu.mx/ff, la colección corresponde al periodo decimonónico, en el que se intentaba registrar la realidad de ese momento.
El usuario podrá tener acceso a información más detallada, no sólo al título, descripción o autor de la foto; sino al plano, la colocación de la cámara, los tipos de soportes, las dimensiones, el tipo de cámara con qué fue captada la imagen, las características físicas, el editor –si lo hubo-, etc.
Aguayo subrayó que quedan pendientes algunas funciones que tienen que ver con una especie de interactividad con los usuarios, lo que permitiría que quienes tienen información sobre la fotografía realicen apuntes de la misma en un espacio designado, al que también se tendría acceso libre; lo que propiciaría una retroalimentación.