LAS SURREALISTAS Y WONDERLAND

La exposición In Wonderland: Las aventuras surrealistas de mujeres artistas en México y los Estados Unidos estará partir del 5 de octubre en el Museo de Arte Moderno (MAM).
Se trata de la primera muestra a gran escala de la participación creativa y protagónica de mujeres en América dentro del surrealismo con el propósito de impulsar una nueva visibilidad y un acercamiento profundo a las artistas de ambos países.
La exposición, organizada en colaboración con Los Ángeles County Museum of Art (LACMA), se presentó anteriormente en este espacio, además de haberse exhibido en el Museé National des Beaux Arts de Quebec, y ahora, el publico capitalino podrá disfrutar de este primer acercamiento en conjunto, de obra de artistas mujeres residentes en México y Estados Unidos entre las décadas de 1930 y 1970, vinculadas al surrealismo.
Bajo la curaduría de Ilene Fort y Teresa Arcq, la muestra In Wonderland: las aventuras surrealistas de mujeres artistas en México y los Estados Unidos, integra más de 150 obras provenientes de colecciones nacionales y de Estados Unidos, con pinturas de destacadas artistas como Leonora Carrington, Frida Kahlo, Jacqueline Lamba, Helen Lundeberg, Rosa Rolanda, Kay Sage, Dorothea Tanning y Remedios Varo, fotografías de Lola Álvarez Bravo, Kati Horna, Lee Miller y Francesca Woodman, entre otras, y esculturas de Louise Borgeois y Addaline Kent, además de video.
A partir de la propia expresividad de dichas obras se pretende dar cuenta de las implicaciones surrealistas en el arte en América, mostrando las intencionalidades y características al movimiento, nacido en Europa, donde las mujeres artistas exploraron principalmente su propio subconsciente y sus sueños en busca de temas.
Magdalena Zavala, directora del Museo de Arte Moderno, explicó que la muestra In Wonderland: Las aventuras surrealistas de mujeres artistas en México y los Estados Unidos ofrece una revisión de los puntos de encuentro que existen entre ambos países a través del trabajo de las mujeres surrealistas. “Es la manera en que confluyen las preocupaciones estéticas que tenían las mujeres surrealistas en ese momento”, dijo la directora.
Explicó que la muestra está dividida en diez núcleos temáticos que tienen como intención abordar algunas de las problemáticas que cada uno de los grupos fueron desarrollando a lo largo de su vida, algunas desconocidas y otras preocupaciones compartidas. “El surrealismo se basa en el inconciente, el cual es el que conduce la vida diaria, de ahí que se plantean diversas problemáticas, la representación de sí mismas, lo femenino y las problemáticas que viven como la cotidianeidad y la domesticidad”, agregó Zavala Bonachea.
Destacó que se trata de artistas reconocidas con estilos independientes porque al surgir del subconsciente no se está hablando de una escuela. “El Museo de Arte Moderno es el primer museo que comienza a hablar de una sistematización en el trabajo del surrealismo y de sus influencias. En estas revisiones de la modernidad se ha trabajado el núcleo del surrealismo desde la propia colección del MAM, además de la exposición de Alice Rahon y Alan Glass que participa de este movimiento paralelamente”.
Señaló que actualmente acontecen muchas cosas en torno al surrealismo, ya que el Museo de la Ciudad de México se presenta una exposición retrospectiva de Bridget Tichenor y el Museo Nacional de Arte ofrece la muestra de El Surrealismo. Vasos comunicantes, “pero la exposición In Worderland plantea las problemáticas abordadas por el surrealismo y se esta historiando un momento que no es conocido, ofrece una lectura que nunca se había dado entre México y Estados Unidos respecto al surrealismo y en este sentido, es algo novedoso”.
Explicó que al no incluir al género masculino, las diferencias que se aprecian en la muestra son muy interesantes. “En teoría psicoanalítica, el ser humano se maneja por dos instintos que son interpretados por los hombres surrealistas con un gran erotismo, y en el caso de las mujeres, el erotismo no es igual, habla mucho de los problemas de la representación de lo femenino, como ejemplo, el cuadro de Las dos Fridas, que presenta el desdoblamiento de la personalidad, sus dos grandes problemas y un juego de espejos”. Comentó la especialista en arte.
Afirmó que el titulo de la exposición responde a que en el periodo que comprende la muestra, el cuento Alicia en el país de las maravillas fue la literatura que identificó al mundo surrealista: “Presenta a una mujer-niña que entra siempre a obstáculos en contraste, lo grande, chico, lo pequeño y estrecho, y es para dar la vinculación entre México y Estados Unidos”.
Las curadoras de la muestra, Ilene Susan Fort con Tere Arcq, destacan que los temas que dominaron las creaciones de las mujeres surrealistas en México y los Estados Unidos ilustran sus experiencias de vida, situaciones reales, temores, esperanzas y deseos. “A menudo su obra desafía expectativas sociales y conjeturas históricas, y se convirtió en un profundo diálogo entre el yo y el otro distinto de la proyección superficial de deseo representado por los hombres surrealistas”, coinciden las curadoras.
Y señalan: “Las artistas transformaron el cuerpo femenino, su cuerpo, de un fetiche masculino, un espacio de resistencia, energía psíquica y fuerza creativa. Como sostiene Whitney Chadwick, el surrealismo estableció parámetros nuevos dentro de los que las mujeres artistas podían comenzar a explorar: la compleja y ambigua relación entre el cuerpo femenino y la identidad femenina, con frecuencia, representados en términos humorísticos o desgarradores en vez de sexualizados”.
Cabe destacar que la exposición In Wonderland. Las aventuras surrealistas de mujeres artistas en México y los Estaos Unidos se encuentra acompañado de un catálogo que contiene ensayos informativos de importantes académicos del surrealismo y del feminismo que exploran los efectos de la geografía y el género en el movimiento, junto con biografías reveladoras, retratos fotográficos y una galería de imágenes organizadas por artistas.
Es un libro único que muestra al surrealismo como una ventana al autodescubrimiento, especialmente en Norteamérica, donde las mujeres artistas estaban libres de las opresivas tradiciones europeas y de las hostilidades de la guerra, con un registro singular de la exploración de verdades personales y universales por parte de las artistas.
(Fuente: INBA)