CONTRA LA COLONIZACIÓN DE LA MIRADA

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“La próxima vez que veas una fotografía de Pancho Villa no olvides de ver el reverso, ahí están inscritos cada uno de los 18 mil nombres de los soldados de la División del Norte” dicta una cédula debajo de un retrato de Villa que forma parte de la exposición Valse Triste, curada por Miguel Ángel Berumen. Cada una de las imágenes seleccionadas constituye un importante documento histórico que permite entender de mejor manera como se desarrollaron los hechos durante la Revolución Mexicana, dando rostro, si no a cada uno, a muchos de los miles de campesinos mexicanos que se unieron a las filas de la rebelión encaramada sobre las 30-30, los machetes y los sueños de libertad y democracia.

La importancia de esta exposición reside en el hecho de que se sale de las imágenes tradicionales, procedentes en su mayoría del archivo de los Hermanos Casasola, reproducidas una y otra vez a lo largo de un siglo hasta volverse iconos de la revolución, bloqueando cualquier intento de mirar el hecho histórico desde cualquier otro punto de vista. La curaduría de Berumen se atreve así a desafiar lo que considera la colonización de la mirada, como una advertencia contra el peligro que implica la monopolización de la mirada o la explicación de un hecho histórico a partir de una sola perspectiva. El trabajo de investigación de un equipo interdisciplinario permite mostrar y reconocer el valor histórico y estético de imágenes inéditas o poco conocidas que circularon en torno al impresionante universo fotográfico de la Revolución Mexicana.

Además de la fotografía Valse triste pone a dialogar a la pintura y la fotografía con obras de José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Saturnino Herrán y Leopoldo Méndez, entre otros, a través de representaciones que remiten a instantes que se corresponden con las imágenes, como el caso de la foto de la camisa que traía puesta el general Maclovio Herrera cuando fue asesinado, y una pintura hecha en 1948 por David Alfaro Siqueiros, que retrata el momento en que la bala atraviesa al revolucionario y luego mata a su caballo.

En suma, Valse Triste presenta una visión que se abre a nuevas perspectivas sobre la Revolución Mexicana, rescatando la labor de aquellos que lucharon desde detrás de una cámara, cruzando la línea de fuego y de los otros personajes, lo que empuñaban las armas en aras de la libertad.

La muestra estará en exhibición hasta el 20 de septiembre en el Museo del Noreste, ubicado en Dr. Coss 445 Sur Centro, Monterrey, N.L.

Puedes checar más información de la exposición en esta liga.

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Un comentario

  1. Interesante muestra fotografica curada por Miguel Angel Berumen , ojala y pronto la podamos ver en la Ciudad de Mexico, pues como dice es una coleccion de fotos fuera de lo que los hermanos Cassasola, hemos visto siempre

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