LA FOTÓGRAFA CURANDERA

Por David Polo y Galo Ramírez
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En los últimos años, Alicia Ahumada ha combinado su labor fotográfica con una búsqueda existencial de salud espiritual. Precisamente es esa la línea que sigue en su último trabajo, que espera publicar pronto.
Desde el año 2005, Ahumada ha recorrido el país y parte de Centroamérica en la búsqueda de chamanes, curanderos y plantas –sagradas, como les llama ella–, compilando un amplio repositorio visual de su experiencia en este viaje místico y haciendo de sus vivencias un estilo de vida.
Reconocida también a nivel internacional por la gran calidad de su trabajo como impresora, Ahumada trabajó casi de tiempo completo por dos décadas para su gran amiga la fotógrafa Mariana Yampolsky. De su laboratorio en Pachuca salieron las imágenes que luego se volvieron icónicas y que habrían de imprimirse en libros o exhibirse en alguna de las tantas exposiciones que Mariana realizó e incluso luego de su muerte, y de las que también se encargó Alicia.
Ahora, Alicia Ahumada experimenta desde hace algunos años con las últimas técnicas desarrolladas en torno a la fotografía. Su obra reciente alterna entre impresiones en plata gelatina y fotografía digital, con lo que ha desarrollado su trabajo sobre su búsqueda de salud espiritual.
Sus imágenes han sido publicadas en la revista Luna córnea y en varios libros, incluyendo la Between Worlds: Contemporary Mexican Photography (Entre mundos: la fotografía Mexicana contemporánea). Ha publicado también el libro Barranca de Metztitlán en 2002.