Latidos de México
El 13 de diciembre se inauguró la exposición Latidos de México, del fotógrafo argentino Ariel Carlomagno en las Rejas de Chapultepec. Esta exposición se monta como un obsequio de Argentina a México por los 200 años de la Independencia Mexicana, y será la última exposición del año en esta galería abierta.
Para esta exposición, el fotógrafo recorrió la República Mexicana en un viaje de más de 50 mil kilómetros, abarcando desde las selvas yucatecas hasta los desiertos de Chihuahua, y desde el Pacífico hasta el Golfo y el Caribe. El fin fue capturar la diversidad cultural de los mexicanos, sus costumbres y tradiciones. Es así que vemos una larga serie de retratos de niños y mujeres de todos los rincones del país: mayas, lacandones, menonitas, nahuas, tarahumaras, tzeltales, huicholes, zapotecos y charros, entre otros. Cada uno mostrando un atisbo de sus indumentarias y fisionomías particulares.
También hay imágenes que fueron capturadas en los centros arqueológicos más emblemáticos de México, casi todas al atardecer o ya de noche, en un intento por mostrar los mismos cielos que las antiguas culturas prehispánicas vieron alguna vez.
Debe reconocerse el mérito que tiene esta exposición al mostrarnos algo de la riqueza cultural mexicana, ya que salva las distancias para mostrarnos facetas del país que muchas veces no imaginamos. Como las vistas aéreas de los desiertos sonorenses o las fotografías de hombres rarámuris danzando en sus celebraciones de semana santa. Son rostros de México para muchos desconocidos, que invitan a reflexionar sobre la inmensidad del país y que contagian las ganas de conocerlo a fondo.
En la exposición faltan muchos pies de foto de los que se tuvo que prescindir por una mala organización. Pero se encuentran textos con declaraciones del fotógrafo, como aquella que dice: «querido México, me rindo ante tu belleza aunque sé que nunca estaré a la altura de retratarte como te mereces».
Ariel Carlomagno ha recorrido el mundo durante los últimos diez años haciendo trabajos similares que se han publicado en revistas como Vogue o la National Geogrphic y presentado en exposiciones como Latidos de Latinoamérica, que también se presentó en las Rejas de Chapultepec hace un par de años.
Durante la inauguración, la secretaria de cultura del GDF Elena Cepeda de León aseveró que con esta muestra «México podrá verse reflejado en el espejo latinoamericano que es la lente del fotógrafo». Mientras que este último anunció emotivamente la posterior donación de todas las fotografías al Instituo Nacional de Antropología e Historia.
Latidos de México permanecerá hasta finales de enero en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec, ubicada en Reforma y Gandhi.
Para esta exposición, el fotógrafo recorrió la República Mexicana en un viaje de más de 50 mil kilómetros, abarcando desde las selvas yucatecas hasta los desiertos de Chihuahua, y desde el Pacífico hasta el Golfo y el Caribe. El fin fue capturar la diversidad cultural de los mexicanos, sus costumbres y tradiciones. Es así que vemos una larga serie de retratos de niños y mujeres de todos los rincones del país: mayas, lacandones, menonitas, nahuas, tarahumaras, tzeltales, huicholes, zapotecos y charros, entre otros. Cada uno mostrando un atisbo de sus indumentarias y fisionomías particulares.
También hay imágenes que fueron capturadas en los centros arqueológicos más emblemáticos de México, casi todas al atardecer o ya de noche, en un intento por mostrar los mismos cielos que las antiguas culturas prehispánicas vieron alguna vez.
Debe reconocerse el mérito que tiene esta exposición al mostrarnos algo de la riqueza cultural mexicana, ya que salva las distancias para mostrarnos facetas del país que muchas veces no imaginamos. Como las vistas aéreas de los desiertos sonorenses o las fotografías de hombres rarámuris danzando en sus celebraciones de semana santa. Son rostros de México para muchos desconocidos, que invitan a reflexionar sobre la inmensidad del país y que contagian las ganas de conocerlo a fondo.
En la exposición faltan muchos pies de foto de los que se tuvo que prescindir por una mala organización. Pero se encuentran textos con declaraciones del fotógrafo, como aquella que dice: «querido México, me rindo ante tu belleza aunque sé que nunca estaré a la altura de retratarte como te mereces».
Ariel Carlomagno ha recorrido el mundo durante los últimos diez años haciendo trabajos similares que se han publicado en revistas como Vogue o la National Geogrphic y presentado en exposiciones como Latidos de Latinoamérica, que también se presentó en las Rejas de Chapultepec hace un par de años.
Durante la inauguración, la secretaria de cultura del GDF Elena Cepeda de León aseveró que con esta muestra «México podrá verse reflejado en el espejo latinoamericano que es la lente del fotógrafo». Mientras que este último anunció emotivamente la posterior donación de todas las fotografías al Instituo Nacional de Antropología e Historia.
Latidos de México permanecerá hasta finales de enero en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec, ubicada en Reforma y Gandhi.
Vi ya unas tomas de este chavo,en especial por su paso por Oaxaca,me gusto mucho una toma en pleno Monte Alban.Ojala llegue a Oaxaca la exposicion.Gracias.