LA MIRADA DE MARIANA
A 20 años de su fallecimiento, recordamos a la grabadora, fotógrafa y promotora de la cultura Mariana Yampolsky y a su profunda mirada sobre México.
Mariana Yampolsky nació el 6 de septiembre de 1925 en Chicago, Illinois, Estados Unidos. Creció en la granja de su abuelo paterno, rodeada de una atmósfera de tradiciones europeas. Su padre, el pintor y escultor Oscar Yampolsky, llegó a Norteamérica tras huir de la persecución antijudía imperante en Rusia. Después de haber sido galardonado con el Prix de Roma, realizó un viaje a Europa, donde conoció a Hedwig Urbach, judeo-alemana radicada en Berlín y madre de Mariana.
En 1941, Mariana ingresó a la Universidad de Chicago, donde realizó estudios de arte y humanísticos. Durante ese periodo se sintió atraída por los relatos que circulaban entre los artistas estadounidenses sobre el Taller de Gráfica Popular en México, fundado en 1937, y en el que convivían pintores y grabadores dispuestos a luchar contra el fascismo. En 1944, sin conocer el idioma español, Yampolsky se trasladó a nuestro país.
Gracias al historiador Justino Fernández se puso en contacto con el muralista José Clemente Orozco, quien la impulsó a estudiar en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Se convirtió en la primera mujer en ingresar al Taller de Gráfica Popular, en el que convivió con maestros de la talla de Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins, Luis Arenal y David Alfaro Siqueiros.
En 1948 comenzó a estudiar fotografía en la Academia de San Carlos con Lola Álvarez Bravo, de quien aprendió la importancia del sujeto retratado. Con el tiempo se enfocó en esta disciplina y le dio prioridad a la cámara, que utilizó como principal herramienta para documentar los viajes que realizó a lo largo del territorio nacional.
Yampolsky se naturalizó mexicana en 1954. “Le enfermaba que la consideraran gringa (…) amó México como sólo los conversos suelen amar a Dios”, escribió su amiga y biógrafa Elena Poniatowska. Juntas publicaron diversos títulos, entre ellos La raíz y el camino (1985), Tlacotalpan (1987) o Mazahua (1993), en los cuales dejaron testimonios literarios y pictóricos sobre su contacto con diversas comunidades indígenas mexicanas.
De su obra gráfica, el Munal resguarda en su colección 13 estampas, entre las que sobresalen La madre y el niño, El hilandero, Campesinos y Escena de mercado en provincia. En todas ellas se aprecian elementos que posteriormente aparecerían en su obra fotográfica, como el rescate de la vida cotidiana y las tradiciones nacionales.
Durante su última etapa creativa enfocó su interés en la comunidad chicana en Estados Unidos. Sus imágenes fronterizas ilustraron la crónica de Poniatowska Las mil y una… la herida de Paulina, publicada en 2000.
Mariana Yampolsky falleció en la Ciudad de México el 3 de mayo de 2002. A decir del investigador Francisco Reyes Palma, la artista produjo más de 50 mil fotografías.
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