LA FERIA DE LA PIROTECNIA
¡Fuego, fuego, fuego, fuego!, canta a coro una multitud de hombres, mujeres e incluso algunos niños que corren en grupo mientras empujan por la calle a un colosal toro hecho de cartón, papel mache, adornado de colores y cientos de cohetes.
Cantan de nuevo. ¡Fuego, fuego, fuego! La mayoría de los asistentes está cubierta con capuchas de sudadera, gorras y hasta máscaras. De repente, se enciende el cielo de Tultepec, Estado de México, y empiezan los brincos, empujones como un ritual, una especie de baile alrededor del fuego para esquivar las chispas. Vuelan por todos lados. El calor atraviesa la ropa, a veces, literalmente. El espectáculo dura apenas unos minutos y en menos de un minuto comienza otro.
Se trata del 30 aniversario de la Feria Nacional de la Pirotecnia, que como cada año, se celebró el pasado 8 de marzo en honor a San Juan de Dios, patrono de los artesanos dedicados a los fuegos artificiales. Durante ese día, se llevó a cabo el folclórico recorrido de toritos por las principales calles y avenidas de la demarcación para llegar y, literalmente, detonar en júbilo frente a la parroquia local.
Tultepec es considerado desde 1997 como la Capital Nacional de la Pirotecnia y durante su fiesta da muestra del porqué es digno de dicho nombramiento, pues durante la jornada festiva brinda una amplia demostración de espectáculos con fuegos artificiales.
Con información de Diego Israel Simón Sánchez.
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