CONVOCAN A: DOMICILIO CONOCIDO

Realizar proyectos artísticos que involucren a la comunidad de Tlatelolco y puedan incidir positivamente en la transformación de sus dinámicas cotidianas es el objetivo del proyecto Domicilio conocido. Convocado por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, llega a su segunda edición y abre un espacio de participación para alumnos y exalumnos de la UNAM de cualquier disciplina.
Hasta el 27 de junio se recibirán las propuestas que, en caso de ser seleccionadas, obtendrán una beca de producción. Los resultados se anunciarán el 3 de agosto.
Domicilio conocido será una sección del Festival internacional cerro de arena, llamado así por el significado de Tlatelolco en náhuatl y que celebrará los primeros cinco años del centro cultural. Con un énfasis en el encuentro interdisciplinario, el uso del espacio público y la memoria social, se relaciona con las líneas rectoras del CCUT.
Asimismo, contempla residencias artísticas, talleres especiales, jornadas de trabajo académico, espectáculos y muestras del trabajo desarrollados por los alumnos de la Unidad de Vinculación Artística, la escuela de artes de dicho espacio.
“El título Domicilio conocido es un juego que hace referencia a lo que sucedía cuando se mandaban cartas a pueblos y no se conocía la dirección pero sí a la persona. Tiene que ver con el reconocimiento de las personas y el lugar en donde viven. Planteamos entonces una perspectiva de un arte público no sólo de intervención en el espacio público sino en una visión más generosa del arte como posibilidad de visitar y regalarle a alguien algo. En este caso, una propuesta artística”, explicó Ignacio Plá, coordinador general de la UVA.
Repensar lo cotidiano
Podrán participar con sus propuestas alumnos y exalumnos de todas las carreras y disciplinas de la UNAM. Se trata de una muestra universitaria de artes. De entre los universitarios que respondan a la convocatoria, serán seleccionados nueve proyectos que recibirán apoyo de producción: siete que provengan de alumnos y dos de profesores para abrir espacio a distintos niveles de propuestas.
Entre otros requisitos, las propuestas deben estar pensadas para realizarse en el entorno de la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco, ya sea en espacios privados o públicos, además de priorizar la interdisciplina y la viabilidad.
“Se trata de salir hasta donde está la gente, como un brazo del Centro que va hasta los habitantes de Tlatelolco. Es una propuesta original en México. Se trata de hacer un arte para conmover al otro muy de cerca, un contacto muy directo, una relación simbólica muy personalizada. Es generar una propuesta muy distinta de un vínculo muy profundo con la comunidad”, añadió Plá.
En la primera edición se realizaron propuestas de diversas disciplinas que van del performance a la danza y teatro, todas ellas caracterizadas por su involucramiento con los vecinos.
Por señalar algunos ejemplos, una videoinstalación recuperó registros y reflexiones sobre el movimiento cotidiano de la zona en una cafetería del lugar; hubo una propuesta de teatro contemporáneo que resultó de un taller realizado con los vecinos; un grupo de la Facultad de Arquitectura, mediante visores especiales, oponía imágenes del proyecto original de Tlatelolco y su realidad actual; y una bicicleta con una estructura mínima llevaba consigo los materiales para desarrollar talleres de sensibilización ante las artes visuales.
El ocio, la memoria e incluso los sueños fueron temas de diversos proyectos que, incluso, se realizaron dentro de los departamentos de los vecinos, siempre con gran expectación. La gente mostró inquietud por más funciones y abrir sus casas a este tipo de actividades que sirvieron como oportunidad para reflexionar cómo se ocupa este espacio.
“No es que la gente venga a tu festival sino ir a dónde está ella, leer su movimiento, su vida y tratar de dialogar con eso”. En las diversas propuestas, indicó Ignacio Plá, los vecinos se volvieron actores fundamentales. Para el gestor, se trata de repensar juntos cómo se puede transformar y volver a una vida cotidiana más crítica y solidaria que incluya el arte como factor de cambio.
“Esto implica también repensar y cuestionar con ellos su propia historia y planteamientos. Siempre se ubica Tlatelolco como el espacio de la conquista, 1968, el terremoto… referentes muy contundentes y fuertes que han marcado la historia del lugar, pero también hay otros y tienen sentido. Se busca resignificar otro tipo de temas relacionados con lo cotidiano y la realidad de un proyecto urbanístico que hoy ha sufrido mucho”, precisó.
La convocatoria, dirigida a los alumnos y exalumnos de la UNAM, se encuentra abierta hasta el 27 de junio y puede visitarse en tlatelolco.unam.mx/uva.