Hugo Brehme, una historia por contar
Por Mayra Mendoza
En los años noventa del siglo pasado se revalorizó la participación de Hugo Brehme (Alemania 1882-México 1952) como fotógrafo en la Revolución Mexicana, a través de la exhibición México una nación persistente y la publicación del libro Fuga Mexicana. A fines del 2009, dio inicio el recorrido de la exposición itinerante Hugo Brehme y la Revolución Mexicana, que da cuenta de los más recientes hallazgos en torno a este autor y su producción durante el periodo. Sin embargo, durante varios años la autoría de sus imágenes sobre la lucha armada se vio empañada por diversas circunstancias.
Una de las situaciones que menguó el conocimiento de este autor fue que el apellido Casasola se encumbró como el testimonio visual por excelencia, convirtiéndose en el abrevadero para la consolidación del imaginario de la Revolución.
Sin duda, la familia Casasola, la nómina de autores y las acciones de compra-venta o intercambio, produjeron notables imágenes, pero poco se ha discutido acerca de los autores divulgados por la agencia Casasola mediante el uso de la reprografía, destino de diversas imágenes de Brehme, obviamente sin crédito para el autor, quien años antes y por convicción, no las incluyó en la edición de México Pintoresco, su obra maestra, impresa en tres idiomas en el clímax de su popularidad.
Acostumbrado a fotografiar la ciudad para efectuar vistas urbanas, no le fue difícil salir a las calles en eventos populares, aun cuando implicaba la inmediatez —contraria a sus famosos paisajes— como lo demuestran algunas imágenes de las celebraciones del Centenario de la Independencia en 1910.
Brehme estuvo en el cuartel de Zapata, en Cuernavaca, así lo demuestran varias de sus tomas célebres como la de los hermanos Zapata con sus respectivas mujeres, y que conocemos gracias a la agencia Casasola, que la hizo circular a partir del ya mencionado recurso de la reprografía.
Durante poco más de una década a Brehme le fue atribuido el retrato de Zapata en el patio del cuartel, publicado en El Imparcial el 16 de abril de 1913. En un análisis presentado en la revista Alquimia número 36 se anota que la autoría tal vez sea de algún fotógrafo norteamericano .
Al fotógrafo alemán también se le ubica como testigo en la Decena Trágica. No obstante, su mirada es muy distinta a la de los fotorreporteros de la época; no se sitúa en la línea de fuego para registrar brutalmente los sucesos como sí lo hacen Osuna o Heliodoro J. Gutiérrez.
En las tomas del alemán se advierte la destreza en el manejo de la cámara, pero también el ojo que escudriña para componer escenas balanceadas, bien estructuradas, algo difícil de conseguir entre los disparos. Es por ello que guardan semejanza con las imágenes de estudio en la distribución de sus personajes y elementos arquitectónicos construyendo un paisaje urbano, como también se percibe en los registros de la 5ª calle de Balderas.
Todas la tomas son previas o posteriores al momento de la escaramuza o en la preparación de la artillería, y apelan a un sentido estático de proporción y belleza apolínea más emparentados con el gusto porfiriano, aunque no por ello de menor valía.
La lente de Brehme corresponde a los ojos de un grupo social privilegiado —no necesariamente el que ostentaba el poder— que ve trastocado el orden social, y aunque es testigo de los sucesos no termina de habituarse a ello.
Hacia 1914 vuelve a la escena revolucionaria. El punto de vista de sus imágenes difiere con respecto a Hadsell, Flores Pérez y otros que cubrieron el suceso de abril a noviembre mostrando violencia y destrucción explícita, y al mismo tiempo coincide con Eduardo Melhado, sobre todo en los días en que los marines acampaban en “Los cocos”, Veracruz, donde la ofensiva no es puesta en evidencia. Son retratados sobre todo en actividades cotidianas como el rancho, el descanso y la charla informal. A diferencia de Melhado, las cualidades compositivas de Brehme son superiores.
También en este periodo produjo una notable imagen de violencia implícita: la bandera estadounidense en lo alto del mástil, una desolada vista de San Juan de Ulúa; la inminente invasión fue consumada. Se debe comentar que es completamente opuesta a las fotografías que se difundieron del momento célebre cuando fue izada con las ondeantes barras y estrellas. También hay que hacer mención de tomas marinas de corte pictorialista, con la puesta del sol interrumpida por las siluetas de los buques de guerra en lontananza.
Brehme no fue ajeno a otros acontecimientos que se sucedieron en su país adoptivo. En agosto de 1914 se sitúa en lo alto de un edificio para registrar la cuantiosa multitud que asistió a la entrada de Carranza en la Ciudad de México. En el mismo mes pero en Xochimilco, realiza diversas puestas en escena y retratos de grupo en una actitud corporal que denota desenfado y, a veces, invita a corresponder la sonrisa esbozada en el rostro.
Unos meses más tarde, “Diciembre de 1914, Pancho Villa en México”, se ubica en Paseo de la Reforma para captar un retrato grupal ecuestre, con el caudillo bien acicalado, el cabello recién cortado y un impecable uniforme militar; horas más tarde tendrán lugar los conocidos registros en la silla presidencial al lado de Zapata, Montaño, Fierro y Urbina.
“Villistas. Estación Central. México”, es posiblemente un fino trabajo de montaje fotográfico o al menos es lo que se infiere al observar cuidadosamente la marcada diferencia de escala humana entre las mujeres en el techo de los vagones. Debe tomarse en cuenta que la práctica del montaje, fue un recurso presente en la producción del autor. De ser así, sería una síntesis del imaginario que comenzó a crearse en torno a la vida cotidiana en la revolución y un resumen de lo que hará de este autor uno de los más connotados en la creación de estereotipos para el incipiente nacionalismo que proyectaba y que, poco más tarde, perfeccionaría a través del paisaje.
En cuanto al proceso técnico, es meritorio reconocer la calidad de la óptica empleada por Brehme durante este periodo. Es posible admirar la perfección del detalle y de la profundidad de campo. Por lo general, las impresiones de esta época y de temática revolucionaria superan a las de otros fotógrafos en igualdad de circunstancias, posiblemente por la calidad manifiesta en su propuesta visual que empezaba a ceder en aras de la primicia periodística.
Las imágenes de Brehme son impecables y tal vez sea aventurado aseverar que su preocupación no fue competir por la fotografía del suceso, sino conseguir un ensayo visual más cercano a lo que hoy llamaríamos fotografía documental.
Hugo Brehme elaboró un trascendente testimonio de los sucesos revolucionarios con una impecable técnica en una tierra extranjera dominada por la inestabilidad política y social. Pasarán sólo algunos años para que se inicie una construcción de país, donde este autor encontrará cabida desde la sociedad civil, al contar con una representación fotográfica de “Nación”, acorde a los tiempos posrevolucionarios.
*Subdirectora de la Fototeca Nacional. Coeditora de la investigación Hugo Brehme y la Revolución Mexicana, auspiciada por el INAH y el Servicio Alemán de Intercambio Académico, 2009.
México: una Nación persistente, México, INBA-Museo Franz Mayer-Miguel Ángel Porrúa, 1995; Olivier Debroise, Fuga Mexicana. México, CONACULTA, 1994, p. 52-62.
Véase Mayra Mendoza, “El Zapata de Brehme: análisis de un caso” en Alquimia, número 36, México, INAH-SINAFO, mayo-agosto 2009, pp. 83-85.
soy el arq. Eduardo Carreon Meraz, un amigo y yo estamos formando un museo de imagenes antiguas de nuestra ciudad Gomez Palacio Dgo. y estamos dedicando un espacio a imagenes revolucionarias que se dieron aqui en la comarca lagunera en las distintas batallas, y deseamos saber si ustedes saben de fotografos que cubrieron estas batallas y como podemos conseguir material para esponerlo, saludos y gracias
Pues no, pero tal vez te puedan orientar en la Fototeca Nacional. La liga es http://www.sinafo.inah.gob.mx/fototeca/fototeca.html
Te dejo la pagina de un anticuario en el DF que tiene mucho material fotográfico
http://www.facebook.com/pages/Felipe-Neria-Antigüedades/122643431203999