FOTOLIBRO. UNA FOTÓGRAFA DE NUEVO LEÓN

Por Carolina Romero
De vez en cuando la memoria suele traicionar a los recuerdos para arrojarlos al olvido. Sin embargo, la fotografía ayuda a perpetuar las historias personales para que a través de imágenes puedan seguir siendo contadas una y otra vez. Es el fotógrafo un facilitador de recuerdos perdidos en el fondo de la mente, alguien que registra desde sus ojos el devenir de historias personales que, en ocasiones, se convierten en las historias de toda una sociedad.
Tal es el caso de Rosenda Villanueva Pardo (1922-2011), fotógrafa del sur de Nuevo León, quien a partir sus fotos reconstruyó la cotidianidad del municipio Doctor Arroyo.
La fotógrafa pintó a través del lienzo de su cámara un fragmento de la realidad que acontecía en su municipio, pues de dedicó a retratar aspectos cotidianos de la vida de sus habitantes: plasmó la vida religiosa a través de la emblemática parroquia de la Purísima Concepción, sus imágenes religiosas, sacerdotes y feligreses, así como sus celebraciones; capturó la esencia de las fiestas tradicionales al fotografiar la bendición de las espigas y las pastorelas; el escenario social también quedó registrado en tanto Rosenda se apropió de escenas como manifestaciones y elecciones. De este modo ella se convirtió, aún después de su muerte, en un archivo histórico más valioso que el de cualquier biblioteca.
La historia de la señora Villanueva, y a su vez la del municipio norteño, es contada gracias a una investigación que realizó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Nuevo León con ayuda de los testimonios de su familia, quienes conservaron su archivo fotográfico; el cual fue reunido por el INAH en el libro Rosenda Villanueva Pardo. Una fotógrafa del sur de Nuevo León como parte de la historia visual del estado.
El aliciente de esta investigación fue dar a conocer, más que una biografía, las determinantes  del contexto de la fotógrafa de Doctor Arroyo. Las 115 fotografías reunidas en el  libro no cuentan una historia por sí solas, el respaldo documental que tienen logra conformar  un rompecabezas completo, deja ver la panorámica histórica del municipio en la época de Rosenda. Así, entender las imágenes en relación con sus datos contextuales permite regresar  a tiempos remotos en donde la fotografía ayudó a perpetuar más que sólo recuerdos.
El compilado de documentos de Rosenda, en comunión con el registro oral y documental de  las historias del municipio, conforman un archivo histórico que reconstruye los días de  antaño de un rincón de México, reflejo de las grandes coincidencias que poseen las vidas  cotidianas de los pobladores del país en cualquier otra parte de la república.