EL OBSERVADOR DE LA VENTANA
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Cuando en la familia se daba el anuncio de que saldrían a dar una vuelta, ya sea en carro camión o avión, el pequeño Juan, al llegar al transporte elegido para la travesía, peleaba y daba la vida por ir en la ventana, solo por el gusto de ver lo que pasaba a gran velocidad por sus ojo. El trayecto en este lugar, se hacía corto, faltaban kilometros por ver y ver.
Con ese recuerdo, Julio Domínguez, trabajó su proyecto “El observador de la ventana”, como un flash back mientras viajaba de la ciudad de Toluca al estado de Aguascalientes, recordó los fascinante que era ir de mirón a través de la ventana, de cómo las cosas pasan a gran velocidad como la vida misma, pero guardamos ciertos recuerdos, así Julio decidió a través de la ventana que encuadra en el fondo aspectos diversos, parece que se intercalan cuadro por cuadro imágenes distintas pero definidas que permiten disfrutar del paisaje, del recorrido, recordando aquellos días de infancia por estar en el lugar más codiciado, de ser el observador de la ventana.
Lo cotidiano cambia en este recorrido, mientras te desplazas de un lugar a otro la vida rutinaria de terceros para ti es elogiable. Pasas de manera veloz de un pastor cuidando a las vacas, a una despedida amorosa, y luego a una gran pasiaje, terminado en una forma abstracta de una edificación vieja, trabajadores d ela construcción y la iglesia de algun pueblo son encuadrados y viñetados por camara y ventana misma.
Con ese recuerdo, Julio Domínguez, trabajó su proyecto “El observador de la ventana”, como un flash back mientras viajaba de la ciudad de Toluca al estado de Aguascalientes, recordó los fascinante que era ir de mirón a través de la ventana, de cómo las cosas pasan a gran velocidad como la vida misma, pero guardamos ciertos recuerdos, así Julio decidió a través de la ventana que encuadra en el fondo aspectos diversos, parece que se intercalan cuadro por cuadro imágenes distintas pero definidas que permiten disfrutar del paisaje, del recorrido, recordando aquellos días de infancia por estar en el lugar más codiciado, de ser el observador de la ventana.
Lo cotidiano cambia en este recorrido, mientras te desplazas de un lugar a otro la vida rutinaria de terceros para ti es elogiable. Pasas de manera veloz de un pastor cuidando a las vacas, a una despedida amorosa, y luego a una gran pasiaje, terminado en una forma abstracta de una edificación vieja, trabajadores d ela construcción y la iglesia de algun pueblo son encuadrados y viñetados por camara y ventana misma.