El mundo visto a través de los ojos de los fotógrafos
Texto de Daniel Yáñez
Para muchas personas que se dedican a algo relacionado con la fotografía, su perspectiva sobre lo que significa este medio cambia profundamente. Cada quien le atribuye un significado distinto, transformándolo en una herramienta para contar e inmortalizar historias. Los fotógrafos son quienes logran que los momentos trasciendan, escondidos detrás de su lente. A menudo, son testigos silenciosos de lo que ocurre en el mundo, atentos a cada detalle, deteniendo el tiempo mientras el resto sigue con sus vidas.
Una frase de la película Güeros (2014) dice: “Mi papá decía que, si el mundo fuera una estación de trenes y la gente los pasajeros, los poetas no son los que van y vienen, sino los que se quedan en la estación viendo los trenes partir.” Los poetas capturan la vida con palabras, mientras que los fotógrafos lo hacen con imágenes. Ambos permanecen en esa «estación», observando lo que otros no ven.
Desde servir como memoria colectiva para exigir justicia, hasta inmortalizar personajes históricos, transportar a lugares únicos, evidenciar desigualdades o encontrar escenas irónicas y surrealistas que pasan desapercibidas, los ojos del fotógrafo perciben lo que otros no logran ver.
Hay cosas que llegan a la vida para quedarse, transformarnos y convertirse en una extensión de nosotros mismos. La fotografía es mucho más que capturar momentos; es una manera de detener el tiempo, guardar emociones y dar voz a aquello que no siempre sabemos cómo expresar. Escribir sobre este arte, aunque sea brevemente, no alcanza para explicarlo por completo, pero sí para reconocer que la fotografía es una forma de estar, de ser y de permanecer.
Este texto es, entonces, un recordatorio de lo que la fotografía representa para quien lo escribe y para todos aquellos que encuentran en este arte una manera de compartir el mundo. Aficionados, profesionales o quienes apenas comienzan deben saber que cada fotografía que hagan llevará una parte de ellos: una historia, una mirada única que merece ser compartida. Nunca dejen de hacerlo, porque el mundo necesita ver la vida a través de distintos ojos, los ojos de cada fotógrafo.