Cuartoscuro, cien números
Carlos Montemayor
Recordemos que, entre los viejos griegos, la palabra idea significaba imagen. La ideas de las cosas eran las imágenes o las siluetas de los astros, de los seres, de las verdades celestes y humanas. Toda verdad tenía imagen. Entender, comprender, pensar, era tener la visión de esas imágenes. En otras palabras, pensar era ver las ideas o contornos de las cosas. El pensamiento era posible a partir de la imagen de cada cosa.
Por un razonamiento geométrico, por la definición de conceptos de punto, planos o líneas, Platón propuso que las imágenes últimas y perennes de las cosas, sus imágenes arquetípicas, se hallaban en algún lugar del universo, y que de la contemplación de esas imágenes perdurables, nuestro aprendizaje, nuestro pensamiento se hacían posibles. Pensar, pues, era además de identificar las imágenes, recordarlas.
Cuartoscuro ha sido para nosotros ese sitio excepcional, en “algún lugar del universo”, para congregar las imágenes de México a lo largo de varios años. Para congregar las ideas de México, sus contornos reales, perennes, efímeros o sorpresivos. A través de cien números, Cuartoscuro es ahora parte de nuestra memoria: en su historia gráfica están las ideas o siluetas de México, en sus páginas vemos y pensamos en México, vemos nuestras imágenes del país; las alianzas, traiciones, registros de políticos, de paisajes humanos y terrestres, de amaneceres y oprobiosas represiones. Vemos, a solas, nuestras ideas, nuestras historias. Acudimos a ese espejo donde podemos mirarnos entre los Méxicos que hemos sido, que seguimos siendo. Entre los Méxicos que hemos aspirado a tener, a crear.
Carlos Montemayor
Febrero, 2010.