DOS EN UNO: LIBRO Y EXPO
En un sótano escondido, tras vicisitudes de la vida y por azares del destino, Rogelio Cuéllar, al lado de su amigo Vicente Rojo, encontró un paquete que le traería recuerdos de ayer… convirtiéndose en el hoy.
Tras 30 años de estar empaquetados, Cuéllar revive hoy con sus libros las imágenes que fueran los inicios de su carrera. Como una mirada al pasado, inaugura una exposición en el Centro Cultural Bella Época este miércoles 22 de agosto a las 18:30 horas, además de presentar la publicación original de 1982 de su libro “Huellas de una presencia”, una oportunidad para repensar su obra y verla a distancia, revisando casi 40 años de hacer fotografía.
A propósito de la exposición y la re-presentación del libro, Cuellar platica de su trayectoria por la fotografía, cuando empezó como autodidacta a los 17 años, mirando libros de foto en las bibliotecas y yendo a todas las exposiciones que estaban a su alcance… Pasando por La Jornada y Proceso, su formación de fotoperiodista va de la mano de lo autoral, teniendo conceptos distintos en la elaboración de la imagen: en la primera, siente que es la atención y el esperar a que pase algo, siempre lo que acontecerá, lo que hace el clic en la imagen, enganchar al espectador y darle algo en lo que pensar, mientras que en la foto más personal se concentra en la reflexión e introspección personal. Se nota la influencia que los maestros tuvieron en el –cuasi homenajes a Cartier-Bresson y Álvarez Bravo-.
Cuéllar actualmente está trabajando en el retrato, uno de los tópicos y piezas clave en su obra, planeando una exposición colectiva sobre Borges, dos libros más en puerta: rostro de las letras y rostro de la plástica, en donde abarcará 35 años en retratos de las personalidades de la cultura y el arte en México, además de ser parte de la muestra Panorama, que se presenta actualmente en el Museo de Arte Moderno.
(Joyce García)
Tras 30 años de estar empaquetados, Cuéllar revive hoy con sus libros las imágenes que fueran los inicios de su carrera. Como una mirada al pasado, inaugura una exposición en el Centro Cultural Bella Época este miércoles 22 de agosto a las 18:30 horas, además de presentar la publicación original de 1982 de su libro “Huellas de una presencia”, una oportunidad para repensar su obra y verla a distancia, revisando casi 40 años de hacer fotografía.
A propósito de la exposición y la re-presentación del libro, Cuellar platica de su trayectoria por la fotografía, cuando empezó como autodidacta a los 17 años, mirando libros de foto en las bibliotecas y yendo a todas las exposiciones que estaban a su alcance… Pasando por La Jornada y Proceso, su formación de fotoperiodista va de la mano de lo autoral, teniendo conceptos distintos en la elaboración de la imagen: en la primera, siente que es la atención y el esperar a que pase algo, siempre lo que acontecerá, lo que hace el clic en la imagen, enganchar al espectador y darle algo en lo que pensar, mientras que en la foto más personal se concentra en la reflexión e introspección personal. Se nota la influencia que los maestros tuvieron en el –cuasi homenajes a Cartier-Bresson y Álvarez Bravo-.
Cuéllar actualmente está trabajando en el retrato, uno de los tópicos y piezas clave en su obra, planeando una exposición colectiva sobre Borges, dos libros más en puerta: rostro de las letras y rostro de la plástica, en donde abarcará 35 años en retratos de las personalidades de la cultura y el arte en México, además de ser parte de la muestra Panorama, que se presenta actualmente en el Museo de Arte Moderno.
(Joyce García)
