CHANG CHAO-TANG: MAESTRO DEL SURREALISMO
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Taipei, capital de Taiwán o República de China —su nombre oficial— ha cruzado diversos estados políticos, ha pasado de ser la capital de un país de campesinos, como lo fue hasta la primera mitad del siglo XX , hasta llegar a convertirse en la actual urbe de uno de los países de más alto grado de desarrollo económico de Asia.
Y tales cambios fueron vistos y capturados a través de la lente del connotado fotógrafo taiwanés Chang Chao-Tang, cuyas imágenes, tan inquietantes y confrontadoras, han hecho de su trabajo seña y guía para noveles fotógrafos asiáticos y sorprendentemente también para los occidentales.
Curiosamente, comenzó siendo lo que se conoce como “fotógrafo de las calles” hasta convertirse en el icono de la fotografía taiwanesa, maestro del surrealismo.
Por eso, el Festival Internacional de la Imagen en su edición del próximo 2016, al tener como país invitado de honor a Taiwán, se enorgullece en presentar una muestra de la obra del maestro del surrealismo y fotógrafo aclamado, Chang Chao-Tang, la cual en conjunto, se caracteriza por un estilo fuerte y contundente, considerada un hito en la fotografía moderna del lejano oriente, a la vez irónica, humorística y trascendente.
Fue a través de fotografiar muchas calles, callejones, plazas, paisajes y objetos, extraños y mezclados con objetos reales, que las obras de Chao-Tang exploraron lo absurdo y lograron simbolizar la represión de la existencia humana.
De entre las obras más representativas de su trayectoria, puede comenzarse con las fotografías realizadas durante los años en que cursaba la escuela secundaria, allá por 1959 y con sus 16 años a cuestas y una sencilla cámara Aires Automat 120, prestada por su hermano mayor, inició su andar por el camino de la imagen.
Aquellas primeras fotografías capturan la vida cotidiana de los pueblos pequeños, como su natal Panchiao, de una manera sencilla, pero al mismo tiempo revelan una notable capacidad del maestro oriental para extraer una belleza distinta de la realidad de los viandantes captadas en sus imágenes.
Medio siglo más tarde, las obras de cada fase de su carrera entretejen una textura rica y completa de las fotografías que proporcionan una valiosa oportunidad para sorprenderse con la capacidad del artista para extraer un mundo simbólico, irreal y a la vez conmovedor e inquietante en imágenes osadas y perturbadoras.
Nacido en el entonces pequeño pueblecito de Panchiao, al norte de Taipei, el 17 de noviembre de 1943, el fotógrafo ha dicho que nunca fue su intención enseñar nada, ni satisfacer a nadie, sino que “la fotografía no sirve para la satisfacción de los demás, ni tiene ningún tipo de responsabilidad o misión, sirve sólo para llenar el vacío personal”.
También ha escrito y publicado un impresionante conjunto de ensayos y libros sobre fotografía taiwanesa y no hay libros de foto taiwanesas en los que su nombre no aparezca.
Su extensa obra puede agruparse en seis grandes temas: Imágenes de la Juventud, 1959-1961; Voces existenciales, 1962-1965; Instalaciones, Scribblings y obras originales, 1966-1986; Memoria Social / Paisajes interiores, 1970-2005; Búsqueda Digital, 2005-2013 y Caras en el Tiempo, 1962-2013, además de una serie de retratos y un grupo de imágenes captadas desde cámaras digitales y teléfonos móviles, así como ocho documentales y episodios de televisión.
Según los críticos, su obra conforma, a final de cuentas, una síntesis del existencialismo occidental aunada a la ideología china y dado que la influencia de Chang Chao-Tang se perfila más allá de su propia biografía, pues se ha convertido en mentor y curador de muchos fotógrafos taiwaneses jóvenes.
El público mexicano podrá disfrutar una muestra de su obra durante el desarrollo de la Sexta Edición del Festival Internacional de la Imagen, que se efectuará del 21 al 29 de abril del próximo año.