LA GRAN EXPO DE RAMOS

Descubierto por azar, por una de esas historias increíbles -alguien se enteró por una visita al dentista que existía un archivo guardado-, el legado del fotógrafo Manuel Ramos se expone por fin con más de 300 imágenes que describen sus múltiples facetas, algunas de éstas inéditas, además de películas filmadas por el autor.
El archivo en el que trabajaron por largos años Carmen Ramírez y Alfonso Morales nos muestra ahora el registro de la vida cotidiana, el crecimiento de la gran ciudad de México, sus barrios, las festividades católicas, los monumentos e imágenes tomadas por encargo recrean un panorama vasto sobre la historia a lo largo de las primeras cuatro décadas del siglo XX, además de su trabajo personal y de experimentación.

La exposición llamada simplemente Manuel Ramos está abierta hace casi un año en el Museo de la Ciudad de México.

Manuel Ramos (1874-1945) nació en San Luis Potosí, pero vivió la mayor parte de su vida en un rancho de Popotla, en las afueras de las Ciudad de México. Además de haber sido uno de los primeros fotoperiodistas profesionales del país y testigo de muchos de sus momentos históricos clave, Ramos fue uno de los más minuciosos documentalistas de la transformación urbana de la capital.
También fue un artista sumamente original, en cuya sensibilidad se conjuga la devoción religiosa y la nostalgia parroquial con la fascinación por las posibilidades de la tecnología fotográfica y un muy particular sentido del humor. La tensión entre estos polos aparentemente opuestos hace de Ramos uno de los artistas más radicalmente modernos de su tiempo y una pieza clave para el entendimiento de nuestra identidad visual.

Vista de uno de los canales navegables ubicados al suroriente de la Ciudad de México, ca. 1910. Archivo Manuel Ramos
La presente exposición, que además de fotografías incluye videos y material de contexto, fue curada por el especialista en fotografía Alfonso Morales.
De acuerdo con los organizadores, la exposición pretende cumplir con la vocación de este recinto de combinar el arte, la historia y el pensamiento urbanístico en torno a la propia ciudad, a través de esta muestra que ofrece a quienes la visiten un espejo para reflexionar sobre sus propias circunstancias, dijo la directora del inmueble, Alejandra Gilling.
«Hombre que a pesar de su ferviente vocación católica y su pensamiento conservador, resaltó en su tiempo como uno de los más importantes fotógrafos, pues además de un amplio y muy basto trabajo que retrata los primeros años del siglo XX, innovó en la manipulación de imágenes, de una manera muy adelantada a su época”, destacó el curador de la exposición, Alfonso Morales.
Aseveró que, sin duda, Manuel Ramos debe ser considerado el primer fotoperiodista de México, y lamentó qué haya sido relegado y en la actualidad no se le reconozca como un gran narrador gráfico de la ciudad, pues su material es muy basto ya que durante su carrera como fotógrafo se desempeñó en diversos campos de la fotografía.
La muestra consta de 10 ejes temáticos, su trabajo como paisajista, retratista, su relación iconográfica con la imagen de la Virgen de Guadalupe, su crónica de la Guerra Cristera, el trabajo en relación con la arquitectura moderna, y sobre todo el trabajo que realizó cuando cubría un original oficio que era el de Inspector de Monumentos Históricos y Bellezas Naturales, el cual, dijo Morales, fue el más importante.
Fue uno de los fotógrafos más activos, trabajó en las más importantes publicaciones de su época como Mundo Ilustrado, el diario Excelsior, El país, entre muchos otros, e hizo en imágenes toda una memoria y un retrato de la capital que se muestra hoy en el Museo de la Ciudad de México, dijo Alfonso Morales.
“La importancia de que se realice en este recinto la muestra no sólo se debe a que es la primera exposición que reconoce su trabajo y que se realiza en un espacio artístico tan importante, sino porque también el inmueble aparece retratado en su trabajocomo un ejemplo de su discurso sobre esta guerra permanente por la que aún atraviesa la Ciudad de México, donde se pone a debate la modernidad por encima de la memoria”, apuntó Morales.
La exposición, manifestó, es un convenio de escrituras sobre el espacio urbano, que muestra edificios novohispanos convertidos en vecindades, fachadas de edificios coloniales que se convirtieron en soportes de anuncios espectaculares, usos obligados por la expansión demográfica, cambios en el gusto arquitectónico, nuevos poderes civiles que transformaron el espacio urbano y que aún representan esa guerra constante en la disputa por darle significado a la ciudad de México.
Carmen Ramírez, responsable del acervo fotográfico de Manuel Ramos, explicó que entre las fotografías reunidas se incluyen piezas que nunca antes han sido expuestas ni publicadas, como los registros de construcciones del Centro Histórico pertenecientes al archivo del INAH y las recientemente descubiertas por el Archivo Manuel Ramos.
Morales relató algunas de las anécdotas del fotográfo mexicano, entre las que destacó su oposición a la construcción de la calle 20 de noviembre, ya que al realizar dicha traza, se demolieron grandes edificios memoriales de nuestra historia y de gran valor ya se arquitectónico o de carácter social y religioso, como la casa donde nació San Felipe de Jesús que se ubicaba en San Jerónimo número 88, y de quien Ramos fue un gran defensor.
(Con información de la Secretaría de Cultura del DF)

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?